La automotriz Renault paralizó la producción de la planta que tiene en la zona sur de la ciudad, camino a Santa Isabel, por lo que 1500 operarios fueron suspendidos hasta el viernes inclusive.

La empresa logró alcanzar un acuerdo con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), con el fin de evitar despidos a corto y mediano plazo, y justificó la medida por la caída en las ventas.

La situación podría reiterarse en las próximas semanas si la compañía no logra colocar el stock de vehículos que tiene en el mercado, que se ve resentido por la baja en la demanda de automóviles. La venta de unidades cero kilómetro cayó 42,8% anual en febrero, hasta los 39.825 vehículos.

Renault no es la única empresa afectada por la baja en la demanda de automóviles. La semana pasada, Peugeot suspendió a mil trabajadores de la planta de El Palomar por dos meses, y cerró la fábrica de carrocerías Metalpar, resultando en unos 500 despidos. Por otro lado, Honda también suspendió a 700 operarios durante el mes de marzo.

El contexto de recesión no ayuda a la industria automotriz, que enfrenta una situación compleja con cierres, despidos, suspensiones y adelantamiento de vacaciones. Esto afecta a unos 7 mil operarios a nivel nacional. Según el Indec, el sector trabaja a una cuarta parte del potencial.