Los motivos son varios y el punto de inicio es el mismo: la decisión del Gobierno de liberar el precio de los combustibles líquidos, tomada allá por septiembre de 2017.

El resultado es letal: este domingo, la nafta y el gasoil concretarán el tercer aumento de precios en un mes, sumando alrededor de un 15%.

La certeza del nuevo ajuste es que, a partir del primer día de diciembre (este domingo), a la carga impositiva que grava la administración central le corresponde una de las “correcciones” trimestrales y, en virtud de su impacto, deberían incrementarse un 2,4% la nafta súper; otro 2,1% la Premium; un 1,7% el diésel y el 1,5% el diésel Premium.

Sin embargo, y con el condicionante del próximo cambio de gestión a producirse en breve, las petroleras buscarían aprovechar los últimos días de terreno favorable para acercar unos puntos porcentuales el “atraso” sostenido en el tiempo.

A priori, empresarios estiman que cada litro pasaría a costar entre un 5 y un 6 por ciento más desde el mes próximo. Sin embargo, sobre el fin de semana habrá mayores certezas, ya que es la estatal YPF, que cuenta con el 60% de las estaciones a nivel país, marcará la tendencia de suba.

Otro condimento es la disposición oficial de este miércoles, de incrementar el precio del bioetanol.

Las empresas sostienen que, en las condiciones dadas, la imposibilidad de trasladar a precios la devaluación provocada por la administración actual después de las elecciones primarias, congelamiento mediante, sostienen una amplia presión en los valores al público.