Con los principales efectos de la devaluación a flor de piel, en septiembre los shoppings y supermercados sufrieron sus consecuencias en Ciudad Autónoma y provincia de Buenos Aires.

Así se desprende de los datos brindados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), con números que ubican por el piso las ventas, fundamentalmente en las grandes superficies comerciales.

En formato interanual, se vendieron en cantidad poco más del quince por ciento menos que en septiembre de 2017 en sus productos. Pese a lo marcado de la merma, en 2018 los números le siguen dando en positivo: 3,1%.

En los supermercados relevados el impacto tampoco fue menor, en un contexto en el que el impacto en precios se fue agudizando, y los salarios fueron quedando relegados.

En este caso, la baja se ubicó casi en el ocho por ciento, en lo que significa la peor marca negativa de los últimos tres años. En los primeros tres trimestres medidos, los datos comparados casi se mantienen respecto al año pasado.

Las ventas en supermercados medidas en cantidades bajaron 7,9 por ciento en septiembre frente al mismo mes del año pasado, la peor caída de la era Cambiemos. En nueve meses, la merma interanual es del 0,2 por ciento, informó ayer el Indec. En tanto, la baja de las ventas en los shoppings fue del 15,1 por ciento frente al mismo período de 2017, aunque en el acumulado todavía se registra un alza del 3,1 por ciento. El fuerte deterioro de las ventas en términos reales tanto en consumo masivo como en los shoppings se explica por el retraso de los ingresos frente a la inflación. La baja de ventas continuó en octubre y en lo que va de noviembre.