La familia del adolescente que sufrió abuso sexual en la zona de Granja de Funes II atraviesa una situación difícil, marcada por la falta de trabajo y las dificultades que genera tener un miembro del grupo familiar internado.

Una tía del joven abusado contó el momento que viven, sin trabajo, ni ayuda psicológica. La única ayuda que reciben es la de la solidaridad de los vecinos.

Sobre el estado de salud del joven, la mujer relató: "Mi sobrino está mejorando pero está con mucho llanto. No quiere hablar con nadie, ni siquiera con su mamá. Le están colocando morfina para calmarle los dolores, que tiene después de las cirugías que recibió", dijo.

E indicó que la familia del adolescente vive de prestada en la casa de un familiar y "no está recibiendo contención psicológica ni ayuda económica. La familia no está trabajando. No tienen vehículo para trasladarse a su casa y ver a sus otros hijos" desde el hospital, ubicado en el Polo Sanitario de la capital, hasta Granja de Funes II, fuera de la avenida Circunvalación, en el extremo norte de la ciudad.

"En el hospital el niño tiene contención, está muy contenido, pero la familia no la tiene. En el tema económico, tiene cuatro hermanos más que están en su casa cuidados por un mayor. Pero a ellos no se les dio ninguna ayuda", afirmó la tía del adolescente.