El mismo día en el que Nicolás Maduro asume un nuevo mandato como presidente de Venezuela, Argentina ratifica su postura, que por cierto incluye el no participar del acto en Caracas.

El canciller Jorge Faurie indicó este jueves que el país sigue el sendero del Grupo de Lima, que integra, de declarar “ilegítima” la actual gestión, a la que considera “un régimen”.

El funcionario desconoce, de este modo, los comicios llevados adelante el 20 de mayo del año pasado, con la intervención del sector de la oposición que aceptó ser parte de un proceso, a la postre cuestionado por “falta de garantías”.

Allí, Maduro fue votado por alrededor de seis millones de venezolanos, pero Faurie repite que allí "no hay democracia".

“Estamos luchando para que Venezuela y los venezolanos recuperen la democracia, las libertades civiles y políticas”, se despachó Faurie, anticipando que “la solución debe provenir de los propios venezolanos”.

Adujo estar trabajando junto a “líderes políticos” de la oposición en pos de “un diálogo que conduzca a un proceso de elecciones transparentes y controladas por organismos internacionales”.

Remarcó, a su vez, que 130.000 personas provenientes de Venezuela que ingresaron al país en los últimos tiempos para residir en distintas provincias, de las cuales “cien mil están regularizadas”.