En las últimas horas y aduciendo “problemas de agenda”, la Cámara 4ta. del Crimen resolvió postergar el inicio del juicio que indaga en el crimen de Carina Drigani.

Previsto inicialmente para el 22 de abril, fue pospuesto hasta el lunes 20 de mayo, cuando comenzaría el proceso. Hay un único imputado por el femicidio, doblemente calificado por el vínculo (eran pareja), Hugo Salas.

Con confusiones y diversos caminos que tomó la investigación en un principio, la búsqueda de la víctima se extendió hasta su hallazgo, en el arroyo de Icho Cruz.

El caso

Carina Drigani era kinesióloga y tenia 44 años en 2016. Era madre de 4 hijos.

La mujer desapareció el 3 mayo del mismo año. Dos días después, fue encontrada muerta en el arroyo La Aguada de la localidad de Icho Cruz.

En su momento, la Justicia investigó si Drigani se había suicidado o la habían matado. Las pericias determinaron que había muerto por asfixia por inmersión y había consumido ansiolíticos.

Además, tenía varias marcas en el cuerpo que correspondían con heridas realizadas por objetos punzocortantes.

Hugo Daniel Baretta, expareja de la mujer, fue el primer detenido y sospechoso por el femicidio. Sin embargo, en junio de 2016 fue liberado por falta de mérito.

Según la fiscal Mercedes Belestrini, del fuero de violencia familiar, Baretta había sido víctima de varias denuncias falsas por violencia de género, realizadas por Drigani bajo la influencia de Salas. Las pesquisas apuntaban a que la pareja tenía miedo a ser dejado por la mujer.

En agosto de 2016, la Policía detuvo a Salas y fue puesto bajo prisión preventiva.

Las investigaciones sostienen que Salas drogó y retuvo a la mujer en una casa deshabitada de un cliente de él en Icho Cruz. Allí, trasladó a Drigani al arroyo y fingió un suicidio.

En mayo de 2018, la causa fue elevada a juicio con Salas como único acusado.