Era principios de este año cuando, en medio del plan de ajuste que exige el Fondo Monetario Internacional (FMI) al país para cumplir con sus metas y poder pagar el crédito, el gobierno nacional resolvió recortar los subsidios a la extracción de gas en el proyecto Vaca Muerta.

La decisión tuvo alto impacto en Techint, la firma que lleva adelante el plan de desarrollo Fortín de Piedra en Neuquén, que fundamentalmente en el año anterior había tenido amplios beneficios por la devaluación y aumentado considerablemente su producción diaria.

Rápidamente, la empresa salió a cuestionar “el cambio de reglas” y adujo no encontrar “sustento jurídico al criterio adoptado” por la Secretaría de Energía que ya comandaba Gustavo Lopetegui.

Su antecesor en el cargo, Javier Iguacel, mostró una desafiante postura sobre el tema, y no dudó en afirmar que Techint “ tiene argumentos suficientes para avanzar en la justicia y es lógico que lo haga”.

El exfuncionario avaló la decisión de la empresa porque “no se respetaron las reglas de juego a largo plazo” y se perdieron “de incorporar más proyectos al programa”.

Iguacel se imaginó una salida donde “se podían posponer un poco los pagos y poner algún tope a los volúmenes”, y adujo que “la solución que dio (el ministro de Hacienda, Nicolás) Dujovne va a hacer más lento el desarrollo del gas y se podría haber resuelto con una visión más productivista”.