El boxeador estadounidense Deontay Wilder superó por la vía del nocaut al cubano Luis Ortiz en pelea de revancha y retuvo la corona de los pesos pesados avalada por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) que se disputó en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.

La superioridad de Ortiz sobre Wilder fue manifiesta desde el principio hasta que llegó el golpe demoledor de derecha que fue el que definió al ganador y mantuvo campeón a Wilder.

Pero la ventaja en las cartulinas de los tres jueces, antes que llegase el golpe definitivo que dejó fuera de combate a Ortiz, eran favorables al púgil cubano con parciales de 59-55, 59-55 y 58-56.