Román Burruchaga, hijo de Jorge, campeón mundial de fútbol en México 1986 con el seleccionado argentino, debutó con un triunfo en el torneo de juniors de Wimbledon, al vencer por 6-4, 4-6 y 6-2 al español Pablo Llamas Ruiz.

Y Burruchaga padre demostró todo su orgullo luego de que su hijo consiguiera su primera victoria en este Grand Slam, no sin admitir que “se sufre este deporte viéndolo de afuera”.

“La verdad que sufrí más que en la final ante Alemania del Mundial de México (allí hizo el tercer y decisivo gol para el 3 a 2 final del equipo entonces dirigido por Carlos Bilardo), porque cuando uno está adentro de la cancha se saca todo de encima, pero desde afuera es distinto”, confesó.

“Pero en definitiva, más allá de ganar o perder, se sufre pero queda la alegría y el desahogo de dar un paso en un partido que fue bravo”, apuntó.

Jorge Burruchaga también trazó un paralelismo entre el fútbol y el tenis. “Pasa siempre que en el fútbol, hasta que el árbitro no da el pitazo final no se puede estar tranquilo. En cambio en el tenis hasta que no cerrás el partido no sabés qué puede ocurrir. También pasa en mi deporte, ves el estado anímico del rival y tenés que estar metido para aprovecharlo. Y hoy el rival de Román era un chico que tiraba mucho y jugaba muy bien”.

“Pero lo más importante es haber ganado en este lugar. Eso me pone contento, sobre todo para su aprendizaje, para lo que viene, para lo que él quiere y para la confianza que le genera participar en este tipo de torneos”, describió.

A su lado, Román, orgulloso por partida doble, se refirió a su primera experiencia en un cuadro principal de Wimbledon. “Al principio sufrí porque arranqué tenso. Después uno se va soltando. No jugué mi mejor tenis, pero con actitud y haciendo cosas simples pude sacar adelante el partido”.

Fuente: La Capital.