El insólito temor por una brujería sobre el bastón de mando de Macri

Juan Pallarols, es desde hace años, el artesano que se encarga de elaborar todos los bastones de mando que se traspasan entre los presidentes salientes y los que asumen la máxima magistratura en el país.

El artesano cumple los deseos de cada mandatario a la hora de decorar el atributo presidencial con algún detalle particular y luego recorre el país con el bastón, un cincel y un martillo para que todos los ciudadanos que quieran dejar su propia marca el atributo lo haga.

El caso del presidente saliente, Mauricio Macri, fue particular porque pese a que Pallarols le confeccionó el bastón, el mismo no fue utilizado ya que a último momento Macri eligió otro atributo, que fue confeccionado por el orfebre Damián Tessore.

De acuerdo a lo que contó Pallarols en diálogo con el canal La Nación+, el jefe de Estado decidió devolver la artesanía a través de uno de sus funcionarios sin dar demasiados detalles de las razones que lo motivaron.

Tiempo después de haber recibido el bastón presidencial de nuevo, el artesano confesó haber recibido un llamado con una pregunta que lo sorprendió.

"Un día me llama una persona que se presentó como integrante del gobierno y me preguntó si yo le había prestado el bastón a la expresidenta (Cristina Fernández) Kirchner para hacer una macumba", a lo que yo le respondí “No, me ofende. No sé si reírme u ofenderme”, reveló Pallarols.

El detalle solicitado por Alberto Fernández

Con respecto al bastón presidencial que recibirá Alberto Fernández, Pallarols contó que el mandatario electo le solicitó que su instrumento lleve grabada la frase "Argentina de pie" en el metal del mango.

“María, su secretaria, me mandó sus indicaciones, que eran que ponga ‘Argentina de pie’ en el borde del bastón, explicó Pallarols en declaraciones televisivas publicadas por el diario Perfil.

El orfebre reveló además que el costo simbólico de su artesanía es de un peso y que está confeccionado con madera de urunday donada por la comunidad qom.

El insólito temor por una brujería sobre el bastón de mando de Macri