Desde 2016 era ley un beneficio para jubilados y pensionados nacionales que perciben el salario mínimo, que obtenían un descuento por sus pagos con tarjeta de débito.

Su puesta en marcha significó apenas un suspiro para los pasivos, que recién desde marzo contarán con un haber superior a los diez mil pesos.

Pero para 2019, el gobierno nacional resolvió no renovar el procedimiento por el cual un quince por ciento del total de las compras era descontado.

Ya en el 2018, no actualizar el tope de los trescientos pesos para el descuento total mensual significaba un desfasaje, pero ahora, la cuestión quedó trunca.