La cuestión es, aún más en tiempos recesivos, directamente proporcional: a más aumentos, menos ventas.

A esta media no le pudieron esquivar los combustibles líquidos, cuyo nivel de comercialización bajó un siete por ciento en el último año, en la medición interanual de febrero.

El dato se desprende de un estudio de la Federación de Expendedores de Combustibles, quienes refirieron que la caída fue superior en naftas: 9,2%.

En la provincia de Córdoba, el dato general ubica la merma a nivel general en el 5,8 por ciento.

Gabriel Bornoroni adujo que en naftas, tanto Super como Premium, se vendió un 8,1% menos, y en gasoil un 2,8 por ciento.