Este viernes 15 de octubre en doble función, a las 20 ya las 22 hs, se podrá vivir una experiencia teatral poco habitual.

El elenco dirigido por Franco Catanzaro con la producción de Delfina Lanús, pone  en escena "La tempestad", de William Shakespeare en formato de radioteatro.

Elenco

Relator: Roberto Fedrizzi

Própero: Roberto Magumo

MIranda: Hilda Chappero

Caliban: Isa Corres

Ariel: Emmanuel Fridnand

Fernando: Martín Depetris

Cotramaestre/Antonio: Aldo Montenegro

Sebastian/Alondo: Marga Bastos

Gonzalo: Sandra Vallenari

Trínculo: Juan Garay

Stefano: Ana María Reynaga

¿Dónde?

Será en la sala de La Balsa, La Rioja 681. Reserva de entradas al número

351 2880576

La tempestad de William Shakespeare

 Una primera aproximación al concepto de radio drama nos indica que se trata de ficción en radio. De allí en más se abre una enorme serie de posibilidades expresivas, que tienen en común el hecho de utilizar los elementos del lenguaje radiofónico para contar historias de ficción.

Los elementos del lenguaje radiofónico son cuatro: la voz, la música, los sonidos y el silencio, y se constituyen en los colores primarios de la radio con sus distintas formas y combinaciones, que crean cualquier contenido meritorio de ser transmitido por radio y extendido a las plataformas digitales, pero, también en un acto osado de interpretación mostrar en escena la esencia, construcción y magia con que se crea una de sus principales formas: el radio teatro.

Su estructura narrativa permite presentar el conflicto, los personajes, las acciones y escenas expresado con sonidos que, como otro modo de contar historias ostenta una increíble fuerza para potenciar la imaginación, puesto que la falta de anclaje con imágenes visuales generara tantas lecturas como espectadores, porque tiene la capacidad de comunicar no sólo conceptos, sino también la creación de emociones y sentimientos como ningún otro género.

¿Por qué Shakespeare?

El propósito fundamental de la propuesta es convocar el talento de William Shakespeare para que se sigan multiplicando en el aire, en las redes, y aùn en el escenario, la fuerza de la pasión, los miedos, deseos y críticas tan cercanas a cualquiera de los espectadores y oyentes pues sus obras, aunque escritas más de cinco siglos atrás, aún continúan vigentes en los escenarios, el cine, la televisión y en este caso, la radio que aprovechará de ellas dos cuestiones fundamentales:

1. La palabra en el radio teatro es diferente a la forma en que se usa en el escenario puesto que se prescinde del lenguaje gestual y corporal; en tiempos del teatro isabelino, las obras de Shakespeare se representaban sin casi nada de escenografía por lo que el actor tenía que La tempestad de William Shakespeare

2. Esforzarse en invocar la imaginación del público con frecuentes monólogos y descripciones vívidas que expliquen lo lejano o poco relacionado con el público, muy emotiva ante los ojos, pero más ante los oídos y la imaginación de la gente como si realmente pudiera estar presente en la realidad que se describía, pues incluso personajes fantásticos como hadas, duendes, brujas o personajes con cabeza de pez y cuerpo humano también aparecen manifestando sentimientos y problemas como personas comunes.

Shakespeare no moraliza, no predica, no propone fe, creencia, ética ni solución alguna a los problemas humanos: plantea, mejor que nadie, algunas de las angustias fundamentales de la condición humana (ser o no ser, la ingratitud, sea filial (El rey Lear) o no, la ambición vacía etc.), pero nunca da respuestas: Esta aptitud para no imponer en lo que escribiò ningún límite religioso, ético ni filosófico, parafraseando a Harold Bloom, favorece la adaptación de sus obras a distintos formatos artísticos.