"El monte de las maravillas" regresa con funciones en el escenario de Quinto Deva, los sábados de junio a las 21.  

Se trata de una obra del director y dramaturgo Maximiliano Gallo, con las actuaciones de Natalia Degenaro, Alicia Vissani y Franco Catanzaro.
 
El relato de esta historia, está ambientado en las sierras cordobesas, donde se sospecha que hay avistamiento de ovnis. Allí, dos amigas se pierden monte adentro. De noche. Se pierden en la naturaleza. Se pierden la una de la otra. Se pierden de “si mismas”. “Todo por una frutita insignificante”. Una de ellas come una “fruta silvestre” y se pega una purga, un viaje alucinógeno. La otra tiene un romance interestelar. En esta fábula, contada como un cuento fantástico, el perderse será terrorífico, pero el encontrarse maravilloso.

“El monte de las maravillas” nos lleva a lugares de ternura y sensibilidad. Esa sensación que entra por la piel, por los poros y nos hace soñar y vivir la aventura del teatro. Experimentar el teatro como una historia diferente. 
“El monte de las maravillas”, es la historia de dos amigas que se van de paseo a la montaña y en un momento se desencuentran para encontrarse con ellas mismas. Del terror de la noche en el monte, de piedras enormes y árboles en la penumbra pasan al humor y a la locura de encontrarse sola con sus pensamientos y reflexiones sobre la vida, la muerte y el amor. Un encuentro del “tercer tipo” que podría alterar la paz del monte y también mental, se convierte en una compañía entrañable y muy especial. Dos historias que parecen cruzarse pero están separadas por el infortunio, en una misma escenografía con una gran iluminación que parecen dos lugares diferentes, en ese cerro mágico. Una obra que invita a los sentidos y las emociones a jugar el juego y logra transmitir esa magia tan necesaria de estar vivenciando la historia en escena. 

Las actuaciones justas, que buscan empatizar con el público y un extraterrestre que intenta ayudar a las dos amigas perdidas, encendidas de amor y faltas de cariño que se buscan en la inmensidad del todo aunque, en el fondo, desearían no encontrarse, para lanzarse a vivir libremente y sin prejuicios, con lo diferente.
 

"El monte de las maravillas" - Foto Silvana Lovato / Multimedio SRT
"El monte de las maravillas" - Foto Silvana Lovato / Multimedio SRT

En diálogo con el director y escritor de la obra, Maximiliano Gallo, nos cuenta cómo fue el proceso de realización de esta historia fantástica. 

-La obra reflexiona sobre el amor, la ternura, la amistad y sobre la relación con lo diferente, en este caso con un ser interespacial. ¿Cómo fue su acercamiento con una historia sobre ovnis?

Siempre me interesó el universo fantástico en la literatura y en el cine. Como quería hacer una obra que tenga un asidero fuerte local pensé en las sierras… algunos puntos donde se cree y afirma que hay avistamientos de Ovnis. Como una manera muy eficaz de unir esos dos mundos, el nuestro, el local, serrano con su cotidiano y sencillez y el interestelar, hacer sentir al espectador que la posibilidad de lo fantástico y maravilloso está muy cerca. Y también como plantea la hipótesis de la obra: a las personas más sencillas le suceden las cosas más maravillosas. 

-¿Cuál fue la inspiración para escribir esta obra?

De niño, siempre tuve acceso a la literatura fantástica y New Age sobre ufología y fenómenos Ovnis, herencia de mi madre, quizás ella sea un poco la inspiración para crear toda esta historia. Mujeres que buscan en el cielo una esperanza y un poco de amor. Por otra parte existe una sanadora llamada Alicia a la que voy hace años y un poco me inspiré en cuanto a los formal para crear uno de los personajes.
 

Maximiliano Gallo junto al elenco de "El monte de las maravillas" - Foto Maria Eugenia Verón
Maximiliano Gallo junto al elenco de "El monte de las maravillas" - Foto Maria Eugenia Verón

-¿Sobre qué temas le gusta hacer obras? ¿Qué personajes elige llevar a escena?

En cuanto a las temáticas trato de elegir las que me propicien un mundo interesante para contar. Es decir, las temáticas son más excusas que me habilitan un mundo posible para poder desplegar una poética. Las poéticas son difíciles de nombrar por eso vamos armando estructuras narrativas que nos posibiliten hacerlas visibles. Siempre son temáticas que me otorguen personajes muy ricos y complejos en su humanidad.

Una obra premiada

“El monte de las maravillas”, obtuvo el galardón a Mejor Dirección en la última entrega del Premio Provincial “Siripo” del Teatro en Córdoba. Además, fue seleccionada para representar a la provincia de Córdoba en la Fiesta Nacional del Teatro 2023.

Sobre la selección de los actores, para esta pieza teatral, Maximiliano explica que “fue azarosa.. fueron llegando con el proceso, me guío para elegirlos, además de la destreza actoral, por lo que su imagen y energía ya están contando naturalmente. Luego viene un proceso de construcción que se va armando en conjunto con lo que cada actor actriz trae por naturaleza. Con Natalia Degenaro y Alicia Vissani ya había trabajado antes y las conocía actuando. A Franco Catanzaro no lo conocía actuando, pero intuía que podía hacer este personaje, el más difícil de todos ya que es el marciano que además habla muy poco, y que transmite mucha ternura, que es un poco como es él”. 
 

"El monte de las maravillas" - Foto Silvana Lovato / Multimedio SRT
"El monte de las maravillas" - Foto Silvana Lovato / Multimedio SRT

Por su parte, el actor Franco Catanzaro, comparte cómo fue la construcción de su personaje que se trata de interpretar a un extraterreste, utilizando un modo de hablar diferente y una mirada que enternece al público en cada función: “Llevó muchos meses de trabajo hasta poder encontrar la clave de representación. Sobre el lenguaje actoral, labrar la subjetividad expresiva que ya traemos como cuerpos narrantes, en función al universo del Monte de las Maravillas que propone nuevas capas expresivas, supuso un trabajo de búsqueda, indagación y selección de lo que queríamos exponer respecto a la guías de dirección de Maxi Gallo”.

Franco da más detalles sobre su rol en la obra: “Algunas capas de los personajes pueden parecerse a las que ya traemos como actor/actriz, otras en cambio, diferian y reelaborabamos las propias para que éstas aparecieran en la construcción. Es un trabajo de pensarse en la actuación que no acaba con el estreno si no que aún persisten mientras la ficción nos ampare y nosotres queramos movilizarnos con ella”. 

La actriz Alicia Vissani, nos cuenta cómo llevaron adelante el desarrollo de la obra y los personajes: “Empezamos a juntarnos primero en mi casa para hacer lecturas, y después pasamos a la sala Quinto Deva (en donde son las funciones) ya para poner el cuerpo en acción. El recorrido duró entre ocho y diez meses. Durante todo ese proceso hubo períodos en que Maxi hizo reescritura de algunos momentos, ya que al probar las escenas advirtió que había que modificar pequeñas partes para volver a probarlas. Personalmente, me costaba dar con el tono del personaje, con una Miriam envenenada por un fruto silvestre que estaba como drogada, como ida. Pero fueron varios ensayos en los que Maxi se tomó el enorme trabajo de desmenuzar la escena y darle tiempo a cada detalle”.
 

"El monte de las maravillas" - Foto Rafael Perez Boero
"El monte de las maravillas" - Foto Rafael Perez Boero

Una obra, un encuentro

Si pensamos en el teatro como una experiencia de conexión entre el actor, el público y la historia que están desarrollando, los actores ¿pueden compartir cómo lo viven en cada función?

Franco Catanzaro: Cada función nos invita a un encuentro, y como en la vida, hay encuentros y encuentros. Desde “El Monte” sabemos qué tipo de encuentros disfrutamos más que otros, y apuntamos a que sean esos. Para que esto suceda el mecanismo creado no sólo debe salir preciso, sino que además, estar bañado por un aquí y ahora que nos dé una energía presente, vital; el público forma parte de esta ecuación y es ahí cuando podemos cerrar el circuito y disfrutar de las funciones.

Alicia Vissani: Cada función es mágica y distinta a la vez. Cada espectadorx es un pequeño mundo que se sienta frente a la escena y nos devuelve una energía singular, siempre diferente. Percibir sus reacciones a través de la risa, el asombro, la emoción, es algo único que genera incertidumbre y gratitud a la vez. La recepción es el lado más desconocido que tenemos por descubrir en cada función.

"Salir de las pantallas"

Sobre el final de la entrevista, el director Maxi Gallo, nos cuenta qué comentarios recibe por parte de los espectadores: “La verdad es que recibimos comentarios muy positivos. La gente sale muy contenta de las funciones y recomienda mucho la obra. Creo que porque además de divertirse, sale con una sensación linda, amorosa y esperanzadora, que en estos tiempos acelerados y densos que estamos viviendo hace mucha falta. Y además el teatro en general nos permite eso, salir un poco de las pantallas a las que somos adictos y estar con otros en comunidad, ver actores en vivo desplegando su arte, ver la magia que se crea entre personas en un espacio con la presencia, entre los que miran y los que se dejan ver”.