La ganadería es una de las actividades que más influye en el cambio climático del planeta.

Las vacas producen gas metano en su proceso digestivo y la descomposición del estiércol libera hacia la atmósfera contaminantes como el amoníaco y gases de efecto invernadero como el metano y el óxido nitroso, que contribuyen al calentamiento global.

Las selvas de Sudamérica están siendo taladas para plantar soja y generar pastos para el ganado. El 30% del territorio de América Latina y el Caribe son unas 576 millones de hectáreas y constituyen las reservas de terreno cultivable más grandes del mundo.

La región ha perdido 96 millones de hectáreas de sus bosques en los últimos 15 años debido a la actividad humana.

La crianza de animales ocupa alrededor del 80% de la tierra agrícola y contribuye al 18% de las calorías a nivel mundial.

Además, el alimento para ganado hecho de soja, uno de los productos de mayor exportación de América del Sur, está causando el desplazamiento de agricultores y pueblos indígenas.

De todo esto nos habla “Cowspiracy. El secreto de la sostenibilidad”.

“Cowspiracy. El secreto de la sostenibilidad”

"Cowspiracy: el secreto de la sostenibilidad" es un documental de 2014, producido y dirigido por Kip Andersen y Keegan Kuhn. Se puede ver en la plataforma de Netflix.

Cowspiracy - Teaser Oficial

La situación de Brasil

Brasil es el segundo productor de reses en el mundo. La industria de carne vacuna, genera 124.000 millones de dólares y representa el 8% de su PBI.

Alrededor de la cuarta parte de la carne de vacuno que produce Brasil se exporta a China, Hong Kong, Egipto, Chile, Emiratos Árabes Unidos, Rusia y la Unión Europea.

El mayor crecimiento del sector ganadero de Brasil se ha registrado en la Amazonia. Desde 1988, el número de reses prácticamente se ha cuadruplicado allí y actualmente representa el 40% del total nacional.

Una parte de esta expansión está destruyendo grandes extensiones de selva tropical protegida en las reservas y los territorios indígenas.

En total, el 63% de la superficie deforestada ahora es pasto para ganado. Amnistía Internacional documentó este proceso con detalle en un informe publicado en noviembre de 2019.

Abusos contra los derechos humanos

Amnistía Internacional visitó tres lugares en el curso de su investigación, todos en el estado de Rondonia: el territorio del pueblo indígena uru-eu-wau-wau y las reservas de Rio Jacy-Paraná y Rio Ouro Preto.

La ganadería comercial está prohibida por ley en las tres áreas.

No obstante, en todos ellos se habían llevado a cabo apropiaciones ilegales de tierras protegidas por la legislación brasileña.

Las amenazas, la intimidación y la violencia son comunes en este tipo de acciones.

Según cálculos, hubo 7 asesinatos, 7 intentos de asesinato y 27 amenazas de muerte contra personas indígenas de la Amazonia brasileña en 2019.

Araruna, hombre indígena uru-eu-wau-wau de unos 20 años, contó lo siguiente a Amnistía Internacional:

“Nos preocupan las invasiones recientes, porque están aumentando y cada vez se acercan más a los pueblos. Encontramos una gran superficie deforestada hace poco. Vimos un helicóptero sembrando pasto para traer ganado más adelante”.

En otros lugares se ha obligado a comunidades enteras a abandonar sus tierras, y sus miembros temen ser asesinados si vuelven.
“Todo se volvió granja”, dijo otra ex residente de la reserva a quien desalojaron de sus tierras en 2017, llamada Sara, a Amnistía Internacional.

El análisis de imágenes de satélite realizado por Amnistía Internacional corroboró los testimonios de los antiguos residentes: terrenos donde antes había densa vegetación han sido clareados y ahora se ven reses y abrevaderos para el ganado.

Asesinato de activistas

Dorothy Mae Stang (Ohio, Estados Unidos; 7 de julio de 1931—Pará, Brasil; 12 de febrero de 2005) fue una misionera de las Hermanas de Nuestra Señora de Namur, estadounidense, nacionalizada brasileña. Reconocida por todos como una luchadora por los derechos humanos y sociales, recibió el título de Ciudadana de Pará en 2004.

Fue asesinada en el 2005 en la selva Amazónica mientras se dirigía a una reunión con sus grupo por un sicario que respondía al lobby ganadero y agrícola.

Argentina

En nuestro país se repite el esquema de incendios forestales, ataque a las tierras de pueblos originarios y tala indiscriminada de árboles.

El poder de la industria agropecuaria en Argentina, hace pensar que los cambios para frenar esta arbitrariedad serán lentos y sólo se acelerarán a medida que se acerque el horizonte de 2050 y crezca la presión de la sociedad civil.

Los planes para ampliar la cabaña ganadera del sexto exportador mundial de carne avanzan más rápido que las investigaciones para disminuir su huella ecológica.

El último asado

Pese a todo lo mencionado anteriormente, la demanda de carne está aumentando.

El Fondo de la ONU para la Alimentación y la Agricultura calcula un crecimiento del 76% para 2050

Si no modificamos nuestros hábitos en el consumo de carne, los grandes productores de esta industria no se van a detener en su demencial carrera.

Van a arrasar, talar, despoblar, incendiar y asesinar a quien se cruce ante ellos.

Hasta que no quede un solo vestigio de vida sobre el planeta.