No sin vaivenes, la idea de un festival de rock que congrega a múltiples facetas musicales y un público bien heterogéneo, es un hecho, veinte años después de su debut.

Esta edición del Cosquín Rock, realizada nuevamente en el aeródromo de Santa María de Punilla, es nuevamente récord en concurrencia y también en opciones.

Mientras transcurre la segunda y última jornada, en el interior no son pocas las quejas. Los precios de la bebida marcan tendencia, en tal sentido. Por un lado, la decisión de la organización de cobrar los vasos (salen 100 pesos) no es menor, aunque entendible. Se puede recargar y el monto se devuelve con la entrega del mismo.

Allí, una cerveza se vende a $ 340 (sin el vaso en cuestión), y un fernet a $ 420.

El festival de las dos décadas por dentro: el fernet, más de $ 500