El Juego del Calamar se convirtió en un fenómeno de Netflix y mientras muchos seguidores se quejaron de la ambigüedad del final, los productores vieron que el éxito debía traducirse en una segunda temporada el doble de redituable.

Para aquellos que se quejaban, sepan que hay un final alternativo. 

La historia de Gi Hun podría haber sido la siguiente: “Luchamos entre dos escenarios diferentes para el final. Había uno, el alternativo, donde Gi-hun subía al avión y se marchaba. Y luego estaba, por supuesto, uno en el que se volvía y caminaba hacia la cámara. Nos preguntamos constantemente, ¿es realmente correcto que Gi-hun tome la decisión de irse e ir a ver a su familia, para perseguir su propia felicidad? ¿Es esa la forma correcta de plantear realmente la pregunta o el mensaje que queríamos transmitir a través de la serie? Llegamos a la conclusión de que la pregunta que queríamos proponer no se puede hacer si él se va. La pregunta que queremos responder  es ¿por qué el mundo ha llegado a lo que es ahora? Y solo se puede responder o solo se puede proponer si Gi-hun se da la vuelta y camina hacia la cámara. Así es como terminamos con eso, terminando en el final que tenemos”, dijeron sus showrunners.

Hasta ahora, lo cierto es que El juego del Calamar fue el estreno más exitoso de la plataforma, más allá de lo que su final signifique a sus seguidores. En su primera semana en la plataforma alcanzó los 111 millones de espectadores en un lapso de 25 días, superando a la entonces invicta Bridgerton, por 30 millones.

Para la segunda temporada habrá que esperar, pero el juego del rodaje ya empezó.