El miércoles 29 de julio es una fecha para celebrar el 30° Aniversario del debut del Seminario de Canto del Teatro del Libertador San Martín. Una institución dedicada a la formación de voces para alimentar a los cuerpos profesionales.

El maestro Hugo De La Vega brindará una charla abierta mediante la plataforma Zoom para recordar los inicios y los caminos transitados, con inscripción previa al correo electrónico: corodelseminariolibertador@gmail.com  

Nació con el nombre de Coro Polifónico Juvenil y debutó el 29 de julio de 1990 con la Misa de Madame Grandvalt, una obra que no se ajusta formalmente con las partes que dividen la misa tradicional: Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus, Benedictus y Agnus Dei.

“Se eligió esa obra porque no había sido estrenada en Córdoba, entonces qué mejor que un grupo debutante para estrenarla, además, reunía los elementos necesarios para que el coro se luciera en todos sus aspectos, tantos instrumentales como las voces solistas en todas las cuerdas”, argumenta el maestro Hugo de la Vega, fundador y primer director del seminario.

La trayectoria artística del maestro De la Vega está asociada al grupo Azul, una de las agrupaciones que renovó la música vocal argentina en los años de 1960.

Experimentar para crecer

“Había una distancia enorme entre los integrantes del Coro Polifónico de Córdoba y los aspirantes, por eso hacía falta crear un ente que formara a los aspirantes al coro del teatro, entonces nació el Coro Polifónico Juvenil”, comenta De la Vega.

“El seminario me dio la posibilidad de probar e innovar con otros recursos. Incursionamos en varios vocabularios; creo que el cantante que aspira a incorporarse a un coro profesional debe haber pasado por distintos estilos y distintas épocas”, sostiene el director.

En la actualidad, el Seminario de Canto del Teatro del Libertador es dirigido por un discípulo de Hugo de la Vega, el maestro Matías Saccone.

El inventario de producciones realizadas bajo la dirección del maestro De la Vega incluye una larga lista de títulos entre los que cabe mencionar: Cuchicheando, Mandingo, canciones de trabajo, Jazz sin barreras, de Leonard Bernstein, Suite para la buena tierra, de Chani Inchausti con letra Félix Luna, la Cantata Laxaton y Cardoso de Gulevandia, de Les Luthiers.

“Fanny Pérez, una gran innovadora, estuvo a cargo de la puesta en escena en todas estas producciones”, subraya el director.

Una embajada cultural

El coro viajó dos veces a Europa en giras por Italia, España, Alemania. Las giras incluyeron conciertos y grabaciones. “Representamos con mucha dignidad a la Argentina”, afirma Hugo de la Vega.

“Con las actuaciones pudimos recuperar parte del dinero que invertimos para viajar. La gira incluía un ciclo de divulgación de la música de Argentina en escuelas primarias y secundarias”, revela.

“Hasta no hace mucho, en Europa solamente se conocía el tango como expresión de la música de nuestro país, los arreglos corales que nosotros interpretamos ayudaron al conocimiento de ritmos como la zamba, el carnavalito, gracias a los arreglos corales”, subraya.

El retiro

Hugo de la Vega comenzó a preparar su retiro del Seminario de Canto tiempo antes de anunciarlo públicamente.

“Fue un hueco enorme porque uno se encariña con la gente joven, yo tengo una muy buena relación en general con los jóvenes -De la Vega es el creador del Coro Juvenil Mixto del Instituto Domingo Zipoli-. Ya estaba preparado un concierto de cierre y la presentación de un nuevo director, que fue Matías Saccone. No fue dramático ni traumático, se me creó un vacío porque ensayábamos todos los días”, asegura.

El maestro cerraba una etapa al frente del seminario pero no concluía con su actividad coral, ya que siguió dirigiendo el Coro del Colegio Manuel Belgrano, Coral Resonancias y el Coro Casals Catalá.

El legado continúa

El seminario cumplió el rol de semillero de nuevos recursos artísticos en muchos aspectos. Formó cantantes, pianistas y directores, entre estos últimos, Juan Manuel Brarda, Matías Saccone, Santiago Ruiz, Esteban Conde Ferreyra y Tomás Arinci. “A los que veía con condiciones para dirigir, los llamaba y les decía ´tomá, batuteá esto´, eso lo aprendí de Herbert Dielh”, cuenta.

También fue la plataforma para destacados pianistas, como Mariña Acuña, Susana Ferreyra y Eduardo Gramaglia.

“Son como hijos (reflexiona Hugo De la Vega). Me pone contento cuando me entero de algún éxito de los chicos. Un maestro es alguien que deja a las mariposas volando”.