Con un legado eterno, la música, las historias y la militancia de María Elena Walsh trasciende las generaciones y se re actualiza con la mirada puesta en el ahora. Y como su obra puede re interpretarse y expandirse, ahora también tendremos acceso a lo que fue la casa de su infancia, en el barrio porteño de Morón.

Esa casa que tenía en su patio el famoso Jacarandá será restaurada y puesta a punto para convertirse en un espacio de juegos, música y reunión para la familia. En la actualidad está completamente abandonada y con el deterioro propio de los años.

"La casa debe ser restaurada, pero no solo para recuperar los espacios y rincones que tengan que ver con la identidad de María Elena y su infancia, no es nuestro propósito transformar el lugar en un museo con recuerdos u objetos de ella sino transformar el lugar en un espacio en el que se recuerde y rinda homenaje a María Elena Walsh recreando el espíritu de su obra a través de lo lúdico, de lo recreativo, de lo emocional", explicó a Télam el secretario de Comunicación del municipio de Morón, Fernando Torrillate.

"Me crié dentro de lo que se llama clase media, es decir ni rica ni pobre. Mi casa era muy grande, con jardín, patios, árboles frutales, gallinero, perro, gato, canarios, tortuga, bicicletas, libros y pianos. ¿Qué más se puede pedir?", dijo María Elena en su libro Chaucha y Palito.

El intendente de Morón, Lucas Ghi detalló que el proyecto de recuperación de la casa prevé organizar "cuatro o cinco salas, un auditorio, baños, un espacio al aire libre, la idea no es exponer objetos de María Elena, armar un museo, los objetos tendrán su lugar pero la idea es que la casa sea un punto de encuentro donde puedan venir los chicos y sus familias a disfrutar actividades recreativas y lúdicas".

La casa ubicada en la calle Tres de Febrero 547, en Villa Sarmiento, esa que contuvo y potenció la imaginación de una de las referentes más importantes de la cultura de nuestro país, desde el año que viene, será para todos.