El elenco estable de la Banda Sinfónica de la Provincia, brinda un concierto con melodías de diferentes regiones de América y España. 

La función es el viernes 26, a las 20, en el Teatro Real (San Jerónimo 66), bajo la dirección del maestro Andrés Acosta. El programa abre una ventana hacia la música para orquesta de vientos y percusión, refleja la variedad de recursos, matices y texturas para este repertorio a lo largo de seis piezas.

El Viaje sonoro comienza con la Obertura Alvamar, de James Barnes, compositor y director norteamericano, figura de relieve en la música contemporánea para banda sinfónica. La obra es del año 1981, y narra la alegría de la amistad en la niñez del compositor.

El programa sigue con la Sinfonía nobilissima, de Robert Jager, obra que mantiene encendida la vitalidad del comienzo del viaje. Jager es compositor, arreglador y director de orquesta, registra una gran cantidad de piezas para diferentes formatos, tanto instrumentales como corales.

Luego, el programa transporta al auditorio hacia episodios de aventura, a través de una selección de momentos de la banda sonora de la película Piratas del Caribe, del alemán Hans Zimmer. El compositor es una celebridad en la literatura para bandas sonoras, es autor de la música de las películas El rey León, Batman y Gladiador, entre otras historias de la pantalla grande.

A partir de aquí, el viaje presenta tres compositores de lengua castellana. El punto de partida es con el intermedio de la zarzuela La boda de Luis Alonso, vibrante fragmento de Gerónimo Giménez, un destacado compositor dentro del género dramático y musical español. Se destaca la actuación de Edgar Villavicencio en las castañuelas.

La banda hace escala en el Caribe Colombiano con una pieza que tiene arraigo en la tradición ancestral de esa región de América. La obra se titula La gaita de Arlington, del colombiano Victoriano Valencia. La gaita es un instrumento de viento muy difundido en la música caribeña, cuya existencia es anterior a la conquista americana. Se destaca aquí la actuación del solista de clarinete, David Antezana, quien imita con su instrumento el sonido del ancestral aerófono caribeño.

Para terminar el periplo sonoro, el elenco estable ofrece la Conga del fuego nuevo, del mexicano Arturo Márquez, obra con gran despliegue de la familia de los vientos sobre una base rítmica típicamente latinoamericana. La conga es una danza cubana. Como la anterior, esta última está vinculada con la ceremonia del "Fuego Nuevo", un ritual del México precolombino.

Las entradas pueden conseguirse solamente a través del servicio de Autoentrada. El valor de las entradas es de 300, 500 y 700 pesos. Se recomienda asistir al concierto con suficiente anticipación; el ingreso a la sala se habilita 30 minutos antes de la función.