La traición de Muhammad Alí
La amistad con Malcolm X es el origen de la transformación del excéntrico púgil Cassius Marcellus Clay en el símbolo mundial del orgullo racial, rebautizado como Muhammad Alí por el líder de la Nación del Islam, Elijah Muhammad.
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Es imposible entender la relación entre Muhammad Alí y Malcolm X, sin conocer a Elijah Muhammad, líder de la Nación del Islam, quien logró manipular a ambos hombres, influyendo dramáticamente en sus destinos.
El documental “Blood Brothers” Malcolm X & Muhammad Ali, en Netflix, está basado en el libro del mismo nombre, escrito por Randy Roberts y Johnny Smith.
Dirigido por Marcus A. Clarke, nos cuenta la amistad de dos de los hombres más importantes en la lucha por los derechos de la población afroamericana en EE.UU. y la sombra que proyectó sobre ellos la figura de Elijah Muhammad.
La Nación del Islam
La Nación del Islam fue fundada en 1930 por Wallace Fard Muhammad quien llegó a Detroit en 1930 con antecedentes penales por delitos con drogas y comenzó a enseñar una forma idiosincrásica del islam a miembros de la población negra de la ciudad.
En 1931, un hombre afroamericano llamado Elijah Poole se convirtió en discípulo de Fard Muhammad, quien reincide en sus problemas con la policía y desaparece en 1934.
Su discípulo Elijah Poole pasa a ser Elijah Muhammad y se autoproclama líder de la Nación del Islam afirmando que Fard Muhammad era Alá reencarnado y que había regresado a su reino. Elijah quedaba como su mensajero en la Tierra.
En sus prédicas decía que los afroamericanos debían desprenderse de sus nombres de esclavos, ya que representaban la identidad del patrón durante la esclavitud.
Malcolm Little, cambió su nombre a el-Hajj Malik el-Shabazz y fue conocido como Malcolm X, mientras Cassius Clay, pasó a llamarse Muhammad Ali.
Ellos fueron los discípulos más reconocidos, pero terminaron abandonando la Nación del Islam y se convirtieron al Islam Suní.
Muhammad Alí
En 1962, Cassius Clay viajó a Detroit para escuchar a Elijah Muhammad, el “Ministro Supremo” de la Nación, y a Malcolm X.
Ambos rechazaban la estrategia de no violencia de Martin Luther King y eran partidarios de la segregación y el odio al hombre blanco.
Cuando se conocieron, Malcolm X no sabía quién era Cassius Clay pero en pocos meses, fueron amigos a pesar de que los asesores de Clay le aconsejaron alejarse para no poner en riesgo su carrera. En esa época Malcolm X ejerció una enorme influencia sobre el inspirando el discurso que Clay comenzó a exponer en los medios sobre los derechos de los afroamericanos,
En la pelea de Muhammad Ali contra Sonny Liston, en 1964 por el título mundial de los pesos pesados, Malcom X se reunió con Ali en el vestuario para alentarlo y convencerlo de que podía obtener el triunfo ya que Alá estaba con él..
Cuando era joven, Malcolm X tuvo relaciones con el hampa y fue condenado a prisión. Allí se hizo miembro de la Nación del Islam y luego pasó a ser ministro.
Durante más de una década fue fiel a Elijah Muhammad, hasta que las tensiones entre ellos culminaron con su expulsión definitiva del grupo religioso.
Malcolm, quiso utilizar su amistad con Ali para intentar su retorno, pero cuando se rebeló contra la Nación Islámica y su líder Elijah Muhammad, Ali tomó distancia de él y la amistad se cortó.
Malcolm X enfrentó a Elijah y denunció sus romances con jóvenes secretarias y varios hijos fuera del matrimonio, al igual que el uso de los fondos de la Nación del Islam de manera indiscriminada.
Elijah pasó a considerarlo un traidor prohibiendo a los miembros de la Nación cualquier tipo de contacto con él. La orden también era para Ali.
Malcolm sabía que la venganza del Ministro Supremo lo alcanzaría en algún momento.
En febrero de 1965, Malcolm -que ya no era un separatista racial- fue asesinado.
Cuando Muhammad Alí decidió volver al boxeo, luego de los incidentes que generó su negativa a ir a la guerra de Vietnam, desoyendo los consejos de Elijah que detestaba el deporte, sufrió el exilio de la Nación del Islam, tal como le sucedió a Malcolm X.
Mucho tiempo después, Ali reconocía: “Me gustaría haber podido decirle a Malcolm que lo sentía, que tenía razón en muchas cosas… Si pudiese regresar al pasado y repetirlo, no le daría la espalda”.
Es de lamentar que su coraje, su velocidad mental y su estrategia perfecta, no cruzaran los límites del ring.