Lisandro Aristimuño, el torbellino eléctrico que arrasó en Córdoba

Una vez más, como nos tiene acostumbrados, Lisandro Aristimuño agotó localidades en la ciudad de Córdoba. 

Un Quality Espacio colmado de punta a punta, cantó, coreó, bailó, saltó y se emocionó ante un show de 19 canciones que inició a las 21 y culminó a las 23.15 de este viernes.

El cantante rionegrino de 44 años repasó cada uno de sus siete trabajos discográficos junto a siete músicos en escena: Martin Casado en batería, Ariel Polenta en teclados, Rocío Aristimuño en percusión, Carli Arístide en guitarra eléctrica, Lucas Argomedo en cello, Tano Diaz Pumará en violín y Pablo Jivo en viola y violín.

Loockeado con musculosa gris, camisa estampada en roja y azul abierta, sombrero negro, lentes ahumados, colgante y jean negro, Aristimuño dio inicio al repertorio con Cosas del Amor. 

Con sonido de sintetizadores presente, le siguieron Anfibio, Loop y Me hice cargo de tu luz y Azúcar del Estero. 

Lobofobia, Para vestirte hoy y La última prosa, fueron las canciones que continuaron, previas a que el cantante, luego de beber agua en varias ocasiones, buscara otra bebida -quizás con alcohol- en copa.

Del disco Mundo Anfibio continuaron How long y Elefantes para darle pie a la voz en off de la actriz Mercedes Morán con versos de la poetisa santafesina Estela Figueroa, en la intro de Green lover.

Green lover fue grabada en Crónicas del Viento junto a Gabo Ferro, músico fallecido en el 2020 y está dedicada a las Abuelas de Plaza de Mayo. “Llevo valor, llevo juventud / Llevo mi fe en volver, amor / Llevo cartas que nunca te di / Llevo la luz que nos despertó”, reza parte del estribillo.

Las melodías de Sombra 1, parte de su último disco Criptograma sonaron en el aire cuando comenzó a fallarle el retorno al cantante. Antes de dar comienzo a Tres estaciones, bromeó con “un poco de toqueteo” que le realizaba el asistente para conectarle los nuevos auriculares en la parte baja de la espalda. 

Tu nombre y el mío, de su primer trabajo Azules Turquesas, dio continuidad a un setlist prolijo y sin baches. Luego, siguió Pozo y Es todo lo que tengo y es todo lo que hay, una inyección de energía y emoción que no dejó a nadie en sus asientos. Gritos y aplausos fueron los protagonistas ante un Aristimuño que, embelesado, admiraba a su público. 

Parecía el fin del show. No lo fue. 

Ante la ovación de los presentes para que los músicos volvieran a escena, esos ocho fantásticos hicieron vibrar sus instrumentos al ritmo de Por donde vayan tus pies. Uno de los momentos más conmovedores fue cuando Perdón llegó a los oídos de más de 4 mil personas que agotaron todas las entradas.

Anunciando que su nuevo disco, El rostro de los acantilados, sale el 12 de octubre, llegó el cierre de la mano de Tu corazón, parte del disco Constelaciones, del 2016: “Quise estar, pude estar. Quise estar y salvar, tu corazón”.

Aristimuño confirmó que al público cordobés “no hay con qué darle” y Córdoba, nuevamente, apuesta a que el músico sureño está lejísimo de defraudar. 

El amor es mutuo, el amor está en el aire. Aristimuño, siempre, la buena noticia sos vos.