La protesta del público en el Teatro Real de Madrid , forzó la suspensión de la ópera "Un baile en máscaras".

 El público empezó a protestar desde antes del inicio de la función porque no se respetaba la distancia social ni había separación entre las butacas, especialmente en el sector paraíso, donde las entradas son más baratas. Los directivos del teatro aseguran que cumplieron con las medidas de seguridad y que abrirán una investigación para averiguar las causas de la protesta.

El domingo a la noche, antes de que empezara la ópera de Giuseppe Verdi, los espectadores en la platea superior del Teatro Real comenzaron a protestar al grito de “¡fuera, fuera!” o “¡suspensión!” porque consideraban que no se cumplían las medidas necesarias para garantizar la distancia entre el público. "La protesta se ha prolongado pese a los avisos de megafonía que ofrecían a los espectadores la posibilidad de recolocarles o devolverles el importe de las entradas", explicó el Teatro Real en un comunicado.

En redes sociales aparecieron videos y fotos que demostraban que el sector paraíso estaba con su capacidad casi colmada, mientras que en los palcos o el patio de butacas había más espacio entre los asistentes. Sin embargo, la escritora Rosa Montero -que estaba en la función- señaló que incluso los asientos más caros “estaban a reventar”. “Las filas de atrás tenían vacíos, las diez primeras, las más caras, llenas como piojos en costura”, escribió Montero en su cuenta de Twitter.