El batería de los Rolling Stones, Charlie Watts, falleció este martes a los 80 años en Reino Unido.

Su agente Bernard Doherty confirmó la noticia. "Falleció en paz en un hospital de Londres y rodeado de su familia", añadió.

Días atrás, el músico había confirmado que no iba a participar de la gira No Filter que estaba organizando la banda. Watts había afirmado que se estaba recuperando de una intervención médica. El baterista había sido tratado por cáncer de garganta en 2004.

Doherty aclaró a la prensa: "pedimos amablemente que respeten la privacidad de la familia, amigos e integrantes de la banda".

Carlos Menem junto a Keith Richards, Charlie Watts, Mick Jagger y Ron Woods en la Quinta de Olivos
Carlos Menem junto a Keith Richards, Charlie Watts, Mick Jagger y Ron Woods en la Quinta de Olivos

Leyenda en Argentina

Nació el 2 de junio de 1941 en una casa prefabricada de Wembley, fruto del amor entre un camionero y un ama de casa. Desde los 22 años sustentó desde sus austeras y sólidas baterías el andamiaje de la eterna banda londinense. Fue sin dudas -palmo a palmo con Richards- el Rolling más querido.

Al menos así parecía cuando rugía la leonera cada vez que tocan los Stones en la Argentina.

La primera vez que pisó este país junto a su banda fue el 9 de febrero de 1995. Esa noche dieron el primero de cinco recitales en el Monumental, en los que vendieron 300 mil entradas y tapas de diarios y de revistas, decenas de miles de discos (CDs) y dieron conversación obligada durante más de una semana. Dicen los cronistas que, en las noches sin concierto, se podìa ver a Whatts recorriendo tanguerias porteñas. 

A principios de los años sesenta, Watts ya era un músico conocido en el circuito de Londres. Tocaba en varias bandas, entre ellas la más importante era Blues Incorporated. Al mismo tiempo, Watts se ganaba la vida como diseñador gráfico. Keith Richards y Mick Jagger lo querían en su banda a como dé lugar: “Pensábamos que había sido tocado por la gracia de Dios”, dijo alguna vez Keith. Sabían que era el mejor baterista del ambiente. Cuando se acercaron a él, el músico les hizo una pregunta prosaica: “¿Vamos a ganar plata?” Porque yo necesito cobrar. Vivo de esto”.