La 102.3 comenzó sus transmisiones de prueba un 28 de mayo de 1979. Las emisoras AM dominaban el panorama radiofónico con sus programaciones. El sonido estereofónico de la Frecuencia Modulada abría nuevas posibilidades tecnológicas para la difusión de música y palabras, con mayor calidad acústica, pero con menos cobertura territorial. Por eso las FM se posicionaron como una oferta destinada a públicos jóvenes urbanos.


A partir de 1986 la FM de la Universidad Nacional de Córdoba presentó una propuesta radial autónoma, bajo la denominación de Líder. El contexto sociocultural de la primavera democrática favorecía la emergencia de nuevas expresiones que se identificaban con los jóvenes, sus imaginarios, sus lenguajes, sus necesidades.


La radio iba tejiendo relaciones, diálogos y disputas que dinamizaban la cultura ciudadana, permitían el acceso a ideas y artistas emergentes, conectaban a las personas con otras que se asumían como oyentes de determinado programa, difundían eventos y actividades en espacios de interacción directa.


Esa compleja trama simbólica, imbuida de un espíritu de época, se consolidó hasta fines de década, cuando la hiperinflación que dinamitó el gobierno de Alfonsín y la caída del Muro de Berlin, abrieron una nueva configuración marcada por el neoliberalismo y la globalización.
Para entonces la radio cambiaba de nombre, Power FM, y proponía una programación que competía fuertemente en el mercado de los consumos culturales locales y extendía una red de repetidoras por los valles serranos. 


La tecnología analógica comenzaba a ceder ante lo digital. Vinilos, casettes, cintas abiertas, eran reemplazados por discos compactos y computadoras, cambiando los oficios de la operación técnica, la grabación y la edición. Hasta a llegar a la conexión a través de la Web y su impacto en las producciones periodísticas, el acceso a las obras musicales, y su ingreso revolucionario en el ecosistema de medios tradicionales.


Transitando dos décadas, donde el país, las radios y las audiencias mutaron con una intensidad inédita, la FM volvió a renovar su nombre y perfil universitario. 


Nuestra Radio le dio una identidad musical ligada a la escena latinoamericana. 
Y, finalmente, 102.3 Más que música equilibra las canciones con una fuerte producción periodística, diversidad de voces, contenidos transmedia. 


La radio que se vincula en las redes, que se amplia al podcast, que se transmite por Internet, que sigue sonando, como la ciudad, como el monte. Una radio que muta, como sus habitantes. 

Paisajes sonoros de Córdoba

Para festejar los 43 años de la FM de la Universidad Nacional de Córdoba realizamos una serie de piezas artísticas con la idea de usar paisajes sonoros de la ciudad y las sierras.
Cada situación y época de nuestra vida van acompañadas de una banda sonora. El sonido es la "voz" de una sociedad y un lugar, y establecemos una relación emocional con nuestro entorno acústico.


El paisaje sonoro, que es la suma de la totalidad de sonidos dentro de un área definida, es un reflejo íntimo de las condiciones sociales, políticas, tecnológicas y naturales del lugar. Cada cultura, del mismo modo que produce una arquitectura distintiva, también crea y selecciona determinadas manifestaciones sonoras que serán características diferenciadoras. Se construye un sistema de comunicación que incluye a las personas, los sonidos y el contexto.


El sonido informa, afecta y constituye identidades comunes. El espacio es leído, organizado e interpretado desde las representaciones sonoras.


El concepto de identidad sonora define al conjunto de características comunes de un lugar partiendo de una hipótesis inicial: Los espacios urbanos son espacios vivos, sensibles, representativos. Así podemos reconocer e identificar una ciudad, diferenciarla de otras, sorprendernos con nuevos paisajes sonoros y extrañar el terruño.


Escuchando conscientes y alertas podemos comprender lo que una sociedad está diciendo sobre sí misma, cómo se proyecta en el tiempo y en el espacio. Y más difícil aún, si escuchamos nuestra propia participación, también oiremos la manera en que sonamos diariamente dentro de la gran sinfonía urbana.


Para la edición de las artísticas aniversario utilizamos fragmentos de la película documental “Córdoba, sinfonía urbana”, un retrato poético y político construido alrededor del cauce del río que atraviesa la ciudad de punta a punta. Esta producción cinematográfica cordobesa es el resultado de un Taller dictado en el Cine Club Municipal, coordinado y producido por Germán Scelso, con guion y dirección de Polo Obligado, Daniela Goldes, Antonio Moro, Natalia Comello, Manuel Torrado, Martín Álvarez, Micaela Conti y Germán Scelso.