En año electoral, que los números acompañen no es poca cosa para el gobierno nacional.

Con datos preocupantes durante tres años y medio, hoy se valora la “estabilidad” de un dólar que duplicó su valor en menos de un año y una inflación que va “a la baja”, aunque la medición interanual marque el récord desde 1991: 57,3 por ciento.

La medición prevista, a priori, para el mes de junio, sería en torno al 2,5%, lejos de las promesas de temporadas pasadas, de contar con una inflación anual de un dígito.

El semestre cerraría cerca del 23 por ciento de subas, no casualmente el número previsto por el oficialismo en el Presupuesto 2019, aprobado por el Congreso.