El médico forense Osvaldo Raffo fue hallado muerto de un balazo en la bañera de su casa en la mañana del lunes.

El hombre vivía solo en su domicilio de la calle Florida 2313 del barrio San Andrés, del partido bonaerense de San Martín.

En la escena, los investigadores hallaron una nota firmada y dirigida al juez en la que decía que se quitaba la vida porque no aguantaba más los dolores que lo aquejaban por una enfermedad que atravesaba, según informaron fuentes policiales.

Raffo tenía 88 años y fue el médico legista de más prestigio en el país. En sus 50 años de carrera realizó alrededor de 20.000 autopsias.

Su cuidadora, quien no trabaja los domingos, al ingresar al domicilio encontró en la cocina dos notas firmadas y selladas por el propio Raffo. La primera de ellas estaba dirigida a su cuidadora.

La segunda nota, hallada en un cuaderno con espiral, estaba dirigida al "Juez", está fechada como "17/03" a las "8.35", en la que expresó que no soportaba los dolores de su enfermedad y pidió que no se culpara a nadie por su muerte.

El cuerpo de Raffo fue hallado acostado en la bañera, boca arriba, vestido con una bata negra y un pantalón corto tipo pijama celeste y con medias colocadas. Según las fuentes, Raffo presentaba un disparo en la cabeza y tenía un revólver calibre 38 en una mano.

Raffo intervino como perito oficial o de parte en varios de los casos policiales más resonantes de la historia criminal argentina, y su manual "La Muerte Violenta" fue y es estudiando actualmente por todos los médicos legistas del país.

Intervino en los casos del soldado Omar Carrasco, el homicidio de María Soledad Morales en Catamarca, el crimen de Alicia Muñiz por parte del ex boxeador Carlos Monzón en Mar del Plata y el parricidio de las hermanas Vázquez en Saavedra.

Como perito de parte también intervino en el crimen de María Marta García Belsunce, el de Nora Dalmasso en Río Cuarto, y el último caso resonante en el que dio su opinión fue la muerte del fiscal Alberto Nisman, donde avaló la hipótesis de un homicidio. En ese momento, el forense fue cuestionado por el peritaje, que dictaminó que Nisman se había suicidado.

Raffo se retiró con el grado de comisario inspector como médico de la policía bonaerense y llegó a ser director de la morgue judicial del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional.