El CPC de Argüello lució con un lleno total. Precioso. Actuaron el coro y taller primero del barrio 9 de julio en primer término. Luego la orquesta  El Chingolo, una maravilla dirigida por el maestro Guillermo Zurita. Se sumaron luego les niñes del Ensamble Dandelion, de Saldan. Una verdadera fiesta que emocionó a todos.

Veamos cómo nace esta experiencia:
Taller de Música Villa 9 de Julio, así se presentan:

Somos un grupo de voluntarias/os que, junto a madres de Villa 9 de Julio (1), nos propusimos poner la música al alcance de pibes carenciados. Se trata de un barrio pobre ubicado en la periferia noroeste de Córdoba, cuya población se estima en 10.000 personas, con alto porcentaje de niños y adolescentes. Pese a las dificultades que atraviesa el sector, también cuenta con una gran fortaleza y quienes allí viven alientan deseos y sueños.

Si bien en el barrio hay muchas carencias (un solo médico en el centro de salud, no hay gas natural, calles en pésimo estado, falta de iluminación), es un barrio conformado, aunque también tiene un asentamiento precario al costado de un canal de agua, sin servicios, nula iluminación y las deficiencias que registran las villas de emergencia en general.

En este marco, el sector está asolado por adicciones varias; el alcohol y las drogas figuran entre los mayores problemas que enfrenta la comunidad. De allí que la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (antes llamada Secretaría para la Prevención de la drogadicción y lucha contra el narcotráfico), decidiera realizar un estudio poblacional en noviembre de 2015, cuyos resultados se publicaron en abril de 2016 (2). El informe final arroja información importante, y revela que en la franja etaria de 15 a 21 años, el 69% no ha completado la escuela secundaria y solo un 7% termina una carrera terciaria o universitaria, cundiendo en el barrio el desempleo y la falta de oportunidades.

El estudio de Sedronar es medular, pero al respecto nos interesa destacar los siguientes párrafos: “Se les consultó a los entrevistados por las medidas que creían necesarias para ser implementadas en el barrio en torno a la problemática de drogas. Las múltiples respuestas pueden ordenarse en torno
a ejes que permiten dar cuenta de cómo se está pensando el problema de las drogas en este barrio:

Uso del tiempo: muchas propuestas se orientaron a mejorar la situación de “los jóvenes” sobre quienes recaerían las políticas de drogas. Para esto se proponen crear actividades orientadas a los jóvenes. Según los vecinos, hacen falta actividades gratuitas recreativas, deportivas o artísticas para “ocupar el tiempo”.

Como uno de nuestros objetivos es trabajar con niños y jóvenes para paliar algunas necesidades, tomamos en cuenta este dato y nos propusimos potenciar actividades recreativas, artísticas y deportivas (3), sostenidas por vecinos y colaboradores.

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El nacimiento del coro y el taller de instrumentos

Todos decimos y sabemos que el arte es liberador y genera múltiples posibilidades creativas, sobre todo en lugares donde la pobreza suele cortar de raíz aptitudes que, con mejores condiciones, dan hermosos frutos. La música, en este caso, permite la reunión y acercamiento de niños y jóvenes que pueden compartir un espacio creativo común en el cual se igualan, pero donde también desarrollan su belleza interior, la que se expande al encontrar canales para expresarse.

Por eso, en abril de 2016 dimos inicio al Coro de Niños de Villa 9 de Julio, y dos meses después surgió el Taller de Instrumentos Musicales, ambos gratuitos, tal como pedían muchas familias de este barrio donde el arte estaba ausente.

El coro de niños

La agrupación es dirigida por el profesor Pablo Guzmán , y se reunía los sábados después del mediodía en la capilla Nuestra Señora del Trabajo, en el barrio mencionado, en tanto ahora lo hace en el centro vecinal.

El coro comenzó sus actividades el 16 de abril de 2016, con la participación de niñas y niños con edades comprendidas entre los 3 y 7 años, situación que fue variando en el transcurso del tiempo al acercarse interesados de más edad y producirse la deserción de los más pequeños. Actualmente lo integran chicas y chicos de entre 6 y 10 años y la idea es ampliar la convocatoria hasta los 11 o 12 años. La cantidad de asistentes es fluctuante y gira alrededor de quince niños.

Al finalizar la clase, se les sirve la merienda.

Imagen de la celebración de este domingo: bailan Normita Rodríguez y Carlos Quevedo. Normita acompaña al taller desde los comienzos y es quien ceba los mejores mates !

Familias y vecinos festejaron esta hazaña cultural

El taller de instrumentos

Este espacio es dirigido desde sus comienzos por Sebastián McLoughlin, sumándose en los últimos meses dos músicos más, quienes imparten sus clases los sábados después del mediodía en la iglesia del Carmen. Tanto esta institución como la anterior, están ubicadas en el mismo barrio y son los únicos espacios que hemos podido conseguir sin pagar alquiler, aunque las actividades no son confesionales. En cuanto al día, fue elegido por los alumnos debido a que varios adolescentes buscan trabajos informales durante la semana para ayudar a sostener la familia.

El taller se inició en 2016 con ocho alumnos, de edades entre siete y quince años, que mostraron inclinación por guitarra y teclados. El número de asistentes fue aumentando paulatinamente y también la demanda por otras opciones instrumentales. A la fecha contamos con 52 integrantes; niños y niñas, adolescentes y jóvenes, crecimiento que nos impulsó a buscar más profesores. Por eso, en esta nueva etapa contamos no solo con Sebastián, sino con la participación del ya mencionado Pablo Guzmán en teclados, del violinista Andrés Carranza y el multiinstrumentista Ives Romero.

En este nuevo período concurren niños no solo de 9 de Julio, sino de barrios adyacentes, como Autódromo, IPV, Cerro Norte y Cerrito, emplazamientos con características similares a las descriptas al comienzo.

El taller fue creciendo a medida que se conocía su carácter gratuito, pero también porque el método de aprendizaje está abierto a las posibilidades de cada cual; es decir que no sigue un programa académico, ya que el proyecto también tiende a la integración social, el compromiso personal y la solidaridad.

Los profesores reciben por cada clase un pequeño pago ( $500.-), puesto que todo trabajo merece reconocimiento, incluido el económico, aunque lo más valioso de estos músicos es la dedicación a un proyecto que carece absolutamente de fines de lucro.

Para sostener estas iniciativas contamos con aportes de personas que entienden, alientan y sostienen la actividad (amigos, parientes, profesionales, docentes y madres de alumnos, quienes organizan rifas y además preparan mesas dulces, venden empanadas, panes caseros y ropa en ferias de garaje). No hay apoyo estatal ni empresarial. Y como lo recaudado se destina al pago de los músicos, nada queda para la compra de instrumentos y las familias de estos alumnos no tienen posibilidades de adquirirlos. Solamente tres de ellos tienen teclados y otros cuatro, guitarras, aunque hemos logrado la donación de un violín pequeño, otro para adultos, más cinco guitarras. Sin embargo, para poder dar las clases los profesores prestan sus instrumentos, aunque este aporte no alcanza a cubrir las necesidades del espacio musical.

En la actualidad el taller requiere de instrumentos varios y en esa etapa nos encontramos: buscando, pidiendo en donación o préstamo teclados, guitarras, djembé, bombos, xilofón, violines pequeños etc.

Para el pago a los profesores solicitamos una contribución mensual que esté al alcance del colaborador, sin que esto signifique una sangría en el presupuesto familiar ni mucho menos. Y por eso les estaremos muy pero muy agradecidos.

Apostar al futuro

Estimado, comenzamos con estos talleres teniendo en la mira el futuro de niños y adolescentes. La propuesta original siempre fue que con el correr del tiempo las madres, los padres, los abuelos se involucraran paulatinamente y comprometieran a sostener esta actividad en el tiempo. Solo la continuidad hará posible que dentro de un par de años podamos concretar el sueño de las chicas y los jóvenes de estos barrios cordobeses: tener su propia orquesta de música.

Esperamos contar con su inmensa comprensión

 Villa 9 de Julio, entre avenida Bodereau, Piedra Labrada y Donato Alvarez

Facebook:  Taller de Instrumentos y Coro infantil de 9 de Julio

Te mostramos cómo fue el final todos juntos: Coro, Taller de instrumentos y la Orquesta El Chingolo interpretando el Bella Ciao

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