Después de dos años de atender su propia farmacia, primero en barrio Comercial y luego en barrio Santa Rosa, Daniel Giacomino anticipa su reaparición pública, aspiración política mediante, con la idea de “poner en discusión muchas ideas” respecto a las cuales considera que hoy la ciudad de Córdoba “no se involucra”.

Electo intendente en 2007 de la mano de Luis Juez, pasó de aquel 42,5% a los apenas 17.060 votos hace tres años, donde como representante de la Alianza Frente Para la Victoria terminó séptimo en los comicios comunales.

Hoy dice que quiere “ayudar a la ciudad”, porque “ya no se valoran un montón de cosas” que su gestión tuvo presentes, y se lanza con la creación de “un grupo abierto”, sin filiación nacionalmente, y buscando reunir un núcleo de personas con la idea de “llegar a la Municipalidad”.

Este martes, en diálogo con el programa Cara y Cruz, de radio Universidad, sostuvo: “Hablando con la gente desde mi óptica de farmacéutico, noto que hay mucho cariño y gente que a uno no lo quiere. Pero todo el mundo me valora mi honestidad, he sido muy frontal, no me enriquecí y reniego de quienes hicieron negocio con la política”.

En el recuerdo de su paso por el Palacio 6 de Julio, remarcó que “estuve en un período en el que que se me quebró el grupo político”, donde debió “improvisar funcionarios”, perdió “peso” en el Concejo Deliberante pero destacó logros con los cuales “no hicimos mucha publicidad”.

Luego de remarcar que “el kirchnerismo de Córdoba no representa mis ideas”, tendientes a “pensar a los servicios públicos y el desarrollo económico con inclusión, solidario, con fuerte participación de industrias nacionales y pymes”, señaló que su idea primordial de consensos a buscar parte de “un Estado presente”.

“No podemos discutir nuevamente sobre la cantidad de colectivos o la separación de residuos, cuando teníamos una empresa estatal que andaba bien. No entiendo cómo se ha dejado de discutir la inclusión de carreros”, agregó.

Remarcó, al igual que en su campaña de 2015, su idea de que “los 14 CPC (Centros de Participación Comunitaria) se transformen en comunas”, donde “la gente tome decisiones” y cuente con “un presupuesto propio”, apuntando a una instancia de descentralización.