Que la cercanía de la alianza gobernante Cambiemos con dirigentes que hoy se nuclean en Alternativa Federal, o el peronismo no kirchnerista, fue amplia en los últimos tres años, no es novedad.

Por eso ahora el gobierno nacional buscó en ese espectro el núcleo para proponer “diez puntos” de un acuerdo que certifique la “gobernabilidad” durante la próxima gestión, a partir del 10 de diciembre.

Quien encabeza parte de las negociaciones es Rogelio Frigerio, que ya anunció contactos con el espacio en el que se encuentra Juan Schiaretti.

“Sé que (el senador Miguel Angel) Pichetto planteó en Estados Unidos que Argentina va a honrar su compromisos, defender contratos, su seguridad jurídica y los derechos adquiridos. Lo mismo hizo (el gobernador de Salta) Juan Manuel Urtubey, en declaraciones públicas y privadas”, sentenció el ministro del Interior.

Los puntos

1- Lograr y mantener el equilibrio fiscal
2- Sostener un Banco Central independiente, que combata la inflación hasta llevarla a valores similares al de países vecinos.
3- Mayor integración al mundo, promoviendo el crecimiento sostenido de nuestras exportaciones.
4- Respeto a la ley, los contratos y los derechos adquiridos con el fin de consolidar la seguridad jurídica, elemento clave para promover la inversión.
5- Creación de empleo a través de una legislación laboral moderna.
6- Reducción de la carga impositiva, a nivel nacional, provincial y municipal y enfocado en los impuestos más discursivos.
7- Consolidación de un sistema provisional sostenible y equitativo
8- Consolidación de un sistema federal, basado en reglas claras, que permitan el desarrollo de las provincias y que impidan que el Gobierno nacional ejerza una discrecionalidad destinada al disciplinamiento político.
9- Asegurar un sistema de estadísticas transparente, confiable y elaborado en forma profesional e independiente.
10- Cumplimiento de las obligaciones con nuestros acreedores.

Frigerio adujo la necesidad de que exista “un compromiso de equilibrio a futuro de las cuentas públicas”, y consideró que el hecho se enmarca en “cuestiones básicas de todas las dirigencias”, porque “gane quien gane, son cosas en las que no hay discusión”.

Lamentó que “el kirchnerismo se quede afuera” de tal discusión.

Rápidamente, Pichetto dijo que "son puntos que se pueden compartir", y se esforzó por marcar alguna diferencia con el Gobierno.