La localidad de Epuyén, en el noroeste chubutense, es el epicentro del brote fatal de Hantavirus que mantiene en vilo al sur del país y, cuestión al margen, redujo a cero las posibilidades de una temporada en la que suele conmover a los turistas.

La Justicia validó el pedido del ministro de Salud provincial del "aislamiento respiratorio preventivo" de unas 85 personas. El funcionario remarcó, a su vez, la negativa de un grupo de personas a aislarse, y reiteró: "Esta es la única forma de detener el brote".

En el mismo sentido, vecinos enviaron una carta al Gobierno con varios pedidos específicos, que van desde la asistencia económica, la implementación de testeos rápidos de la enfermedad y la incorporación de equipamiento.

La cartera de Educación dio a conocer la suspensión, hasta nuevo aviso, del ciclo lectivo en un grupo de escuelas con regímenes especiales en la provincia, que iniciaban este lunes para docentes y las clases el día 21. No empezarán hasta nuevo aviso.

La Municipalidad de la ciudad, ubicada en el departamento Cushamen, se declaró “en cuarentena”, y las autoridades dispusieron “la suspensión de todas las actividades grupales” por un lapso de cuarenta días.

Los cuatro mil habitantes del lugar desempolvaron o adquirieron barbijos, se suman las restricciones y los pedidos de previsiones.

Mientras tanto, se produjeron nueve muertes.