El atleta rionegrino marcó 15.09 para registrar récord parapanamericano y quedarse con la medalla de oro en lanzamiento de bala de estos Juegos de Lima 2019.

Hernán Urra tiene 21 años y nació en Cinco Saltos, una ciudad situada en el Alto Valle, en la provincia de Río Negro. Desde pequeño vivió en "La Armonía", un humilde barrio de casas bajas, retirado del pueblo, rodeado de chacras donde la mayoría de la gente se dedica a la fruticultura.

Era el mayor de seis hermanos con quienes compartía la experiencia de pasear en bicicleta y de cazar palomas, pero también era conocido en la zona por su indisciplina: le pegaba a sus compañeros de colegio, rompía las ventanas de su propia casa y le tiraba piedras a los autos.

"De chico me gustaba mucho jugar al fútbol, pero a medida que fui creciendo me daba cuenta de que me costaba caminar, que no podía correr, me tropezaba y me caía. Como sentía mucho dolor en las piernas, en Educación Física no me dejaban hacer las mismas actividades que a mis compañeros", recuerda Hernán.

Durante casi dos años sus padres se la pasaron visitando a diferentes especialistas que no acertaban con el diagnóstico. Mientras tanto, sus dolores de cadera eran cada vez más intensos.

Hasta que, en el 2008, luego de realizarle una resonancia y varios estudios, una neuróloga dio en la tecla: Hernán padecía paraparesia de miembros inferiores, un tipo de parálisis cerebral congénita.