La trastienda del tembladeral financiero que provocó la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB), el boca a boca que corrió como pólvora entre las redes sociales y una vieja historia de la idiosincrasia de los banqueros en Estados Unidos fueron parte del análisis que hizo el economista Pablo Mira para explicar unos de los acontecimientos del año.

En diálogo con Radio Universidad el autor de "Economía al diván" recordó un viejo dicho sobre la forma en que eran vistos los banqueros en Norteamérica bajo el mote de "333". 

"Es la historia de los bancos a los vieja usanza cuando su tarea era pagar tres por ciento de interés al año por sus depósitos, cobrar tres puntos más a los créditos que daban y quedar a las tres de la tarde para jugar golf todos los días de la semana", recordó Mira.

Para el economista el espíritu de esta historia puede apreciarse en el fenómeno que llevó a una estampida de dimensiones en la cuna del capitalismo.

Pablo Mira - Otro Vuelta De Tuerca by cba24n.com.ar

Mira comentó que la quiebra del SVB combinó una gran masa de efectivo proveniente en su mayoría de las startups y la compra de bonos a largo plazo del Tesoro de Estados Unidos que les aseguraba a los directivos del banco poder irse a jugar al golf sin riesgos pero terminó siendo una trampa mortal. 

El autor de "Homo falsus" destacó que en septiembre del año pasado la salida de la Reserva Federal de los Estados Unidos al problema de la inflación consistió en subir la tasa de interés. Esta política hundió el valor de los bonos que tenía entre otros el banco californiano cuyo derrumbe estrepitoso saltó a todas las portadas del mundo. 

"Se encontraron que del lado de los pasivos tenían un montón de gente a las que tenían que pagarles sus depósitos y del lado de los activos esos bonos que tenían no valían nada. Eso se reflejó en el balance y lo primero que empezaron a ver los depositante fue que corrían riesgo los depósitos de las startups", explicó Mira.

Bajo este panorama agregó que se incorporó un factor nuevo: las redes sociales, un "boca a boca que genera redes de contagio" difícil de estimar para la Reserva Federal.

"En la crisis de 2008 era el sueño de poder comprarte la casa propia con tasas bajas y ahora fue el sueño del 333. Esas ansias de que uno puede hacer plata sin esfuerzo y riesgo se destruyó en dos minuto en esa corrida espectacular en un día cuando se retiraron una cantidad equivalente a los dólares que tienen los argentinos en los bancos", concluyó Mira.