Gran expectativa generó en las últimas semanas la promesa de los científicos del Instituto de Investigación de Galilea (MIGAL), que recibe aporte financiero del Estado en Israel, cuando prometieron tener lista “en pocas semanas” una vacuna capaz de contrarrestar los efectos del coronavirus en el ser humano. Y, al parecer, se podrían avecinar tiempos de buenas noticias, si prospera adecuadamente la distribución de esa medicina, algo que se prevé para dentro de un mes.

“El instituto MIGAL ya presentó al primer ministro israelí el lanzamiento de la vacuna para el 1º de junio y estarían en condiciones de exportarla al mundo en septiembre”, advierte el infectólogo Hugo Pizzi.

“Se trata de una vacuna oral”, explica Pizzi, al detallar que será una administración (no inyectable) de proteínas encapsuladas que luego actúan a nivel intestinal y desde allí empiezan a generar anticuerpos. Justamente desde junio está previsto ya aplicarla en humanos, con "serios trabajos de investigación que se vienen desarrollando para ese fin".

Pizzi destacó el prestigio del equipo de profesionales y científicos y de esa institución, al tiempo que aseguró que la rapidez con la que podrían obtener resultados favorables se debe a una experiencia similar en la que ya venían trabajando tiempo antes, con una cepa diferente del virus.

“Ellos trabajan desde hace muchos años con vacunas contra el coronavirus en aves de corral en los kibutz (modelo de explotación agraria israelí), evitando que las mismas se contagiaran. Entonces, tomaron el virus que afectaba a las aves, le hicieron una modificación genética, lo transformaron en el virus que nos está agrediendo y empezaron a trabajar hace muchísimo tiempo”, destaca.

La enfermedad que afectaba en esa región a las aves de corral, y contra la cual venían trabajando mediante la búsqueda de una vacuna desde hace 4 años, es la bronquitis infecciosa (IBV). Entonces, adaptaron ese trabajo para centrarse en el coronavirus. Esto fue confirmado días atrás por el líder del equipo de biotecnología molecular del MIGAL, doctor Chen Katz, al diario Jerusalem Post, según cita el portal Infobae. Justamente, la similitud genética sería el camino por el cual estos estudios para el combate contra el Covid_19 tomaron agilidad en estas semanas.

Pizzi, que mencionó este trabajo semanas atrás, afirma que el tiempo que ha pasado le ha servido a ese equipo de científicos para conocer más y mejor al el nuevo coronavirus SARS-COV-2.

Los avances en la Universidad de Oxford, Reino Unido

“Otra vacuna que está muy cerca es la de Oxford, que ya prácticamente han hecho la mayoría de las pruebas. Ahora faltan los voluntarios y ya largan masivamente con los seres humanos”, dijo Pizzi.

De esta manera, se refirió a otro estudio en el que los científicos anunciaron que la vacuna contra el coronavirus funcionó exitosamente en monos. Paralelamente, se comenzó con la etapa de prueba en humanos, que podría estar lista en septiembre.

La experiencia que se desarrolla en la Universidad Nacional de Córdoba

“Hay un hecho también muy significativo y gracias a nuestra universidad, donde ya se está trabajando con la gammaglobulina hiperinmune contra el coronavirus, con el mismo protocolo que salvó a tanta gente de la fiebre hemorrágica argentina en este país y del ébola en Europa”, indicó Pizzi.

Hay que recordar que en dependencias de la UNC se está trabajando en un tratamiento, no una vacuna, que podrían reducir los efectos del Covid-19 en las personas, a utilizarse sobretodo en los pacientes más críticos de la enfermedad.

Sobre la labor que se realiza al respecto, Pizzi dijo: “Se saca plasma de pacientes recuperados y ese plasma tiene anticuerpos. Se prepara en el Laboratorio de Hemoderivados una concentración de gammaglobulina hiperinmune y eso puede salvar a las personas”.