La escalada militar en Ucrania ya lleva casi dos semanas y genera preocupación en todo el mundo. En el marco de la discusión sobre cómo destrabar el conflicto, dos opiniones -de corrientes ideológicas muy distintas- coincidieron en la necesidad de frenar la solución violenta: el exsecretario de Estado, Henry Kissinger, y el filósofo y lingüista Noam Chomsky.

En un artículo publicado en 2014 en el Washington Post (que fue recuperado en estos días), el encargado de la política internacional estadounidense en la década del '70 adelantaba que "para que Ucrania sobreviva y prospere, no se le debe colocar como un pilar de conflicto" entre Oriente y Occidente "sino que debería funcionar como un puente entre ambos".

Para Kissinger, es notoria la coexistencia en Ucrania de dos alas: un Oriente más puramente ucraniano y un Occidente que expresa los vínculos históricos con Rusia, que van desde la lengua hasta la religión, y que "cualquier intento de dominación de un ala sobre otra conduciría a una guerra civil o una ruptura".

El veterano y siempre polémico político estadounidense sostuvo que hasta ahora ninguna de las partes actuó en ese sentido sino todo lo contrario. Además, indicó que Ucrania "debería tener derecho a elegir libremente sus asociaciones económicas y políticas" aunque "no debería unirse a la OTAN", a la vez que "debe tener la libertad de crear cualquier gobierno compatible con la voluntad expresa de su pueblo".

Para Chomsky, la escalada militar será "sin vencedores"

El intelectual, considerado una de las cabezas más lúcidas del campo del pensamiento actual, dijo sin titubeos que "la invasión rusa a Ucrania es un importante crimen de guerra" y lo comparó con la invasión estadounidense a Irak y la invasión de nazis y soviéticos a Polonia en 1939. Al mismo tiempo, y citando al exembajador estadounidense en Rusia, Jack Matlock, indicó que "intentar separar a Ucrania de la influencia rusa era una tontería y una tarea peligrosa".

"Las opciones que quedan después de la invasión son sombrías. Lo menos malo es el apoyo a las opciones diplomáticas que aún existen", señaló Chomsky, y agregó que esta crisis que se vive hoy se está gestando desde hace 25 años, "cuando Estados Unidos rechazó con desdén las preocupaciones de seguridad rusas", en especial en lo referido a Ucrania como línea roja.

Para Chomsky, la invasión rusa a Ucrania es "un importante crimen de guerra". Foto: BBC

El filósofo graficó que en los conflictos internacionales se ha repetido una lógica: "La reacción a una crisis real o imaginaria ha sido la de tomar las pistolas en lugar de la rama de olivo". "Es cierto que Estados Unidos y sus aliados violan el derecho internacional sin pestañear, pero eso no atenúa los crímenes de Putin", siguió Chomsky.

Por otra parte, analizó el rol de China en el conflicto y dijo que "está jugando con calma y es probable que intente llevar adelante su extenso programa de integración económica de gran parte del mundo mientras observa a sus rivales destruirse a sí mismos". En ese sentido, puso como ejemplo la incorporación de Argentina a la Ruta de la Seda hace solo algunas semanas.

Para finalizar, el intelectual de izquierda manifestó que la escalada militar "es una sentencia de muerte para la especie, sin vencedores". "Estamos en un punto crucial de la historia de la humanidad. No se puede negar. No se puede ignorar", concluyó.