En su oración semanal del Ángelus en el Vaticano, el Papa Francisco se dirigió a los norteamericanos para condenar la violencia y el racismo.

“Queridos hermanos y hermanas en Estados Unidos, he sido testigo con gran preocupación de los inquietantes disturbios sociales en su nación en estos últimos días, después de la trágica muerte del señor George Floyd“, dijo el sumo pontífice desde el Palacio Apostólico del Vaticano.

“Amigos míos, no podemos tolerar ni hacer la vista gorda ante el racismo y la exclusión de ninguna forma y, sin embargo, pretender defender lo sagrado de toda vida humana. Al mismo tiempo, debemos reconocer que la violencia de las últimas noches es autodestructiva. Nada se gana con la violencia y sí se pierde mucho”, aseguró Francisco.

Francisco dijo que está orando por el “descanso del alma de George Floyd y de todos aquellos que han perdido la vida como resultado del pecado del racismo”.

Durante su saludo a los fieles de habla inglesa que siguieron la ceremonia a través de los canales de streaming del Vaticano, el Papa se unió "a la Iglesia de San Pablo y Minneapolis, y a todos los Estados Unidos, para rezar por el eterno descanso del alma de George Floyd y de todos los demás que han perdido sus vidas por el pecado del racismo".

"Rezamos por el consuelo de las familias y amigos afligidos, y rezamos por la reconciliación nacional y la paz que anhelamos. Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de América, intercede por todos los que trabajan por la paz y la justicia en tu tierra y en el mundo", añadió Jorge Bergoglio.