Hace poco más de un año, en agosto de 2021, un experimento iniciado con láser en la Instalación Nacional de Ignición (NIF) de los Estados Unidos, con sede en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore en California, logró un avance significativo para copiar la forma en que producen energía las estrellas (como nuestro sol), de modo controlado.

Habían roto su propio récord de 2018 y la energía liberada en esta ocasión fue 23 veces más grande que su récord anterior. Pero aún era “apenas” el 70% de la energía láser que fue requerida para lanzar el procedimiento. Es decir, se lograba que se libere energía de fusión, pero la energía “devuelta” era 30% menor que la invertida.

O sea, el requerimiento básico para obtener una fuente de energía utilizable de modo comercial, que el sistema entregue más energía que la que se usó para ponerlo en marcha, estaba todavía lejos. Entonces, se especulaba cuán lejos en el tiempo se estaba de nuevos logros.

Y la montaña de dólares invertida parece estar dando sus frutos. Desde ayer, primero The Financial Times y horas más tarde The Washigton Post aseguran que mañana el Departamento de Energía del gobierno de los Estados Unidos hará el anuncio formal de un nuevo hito: por primera vez, en el mismo centro experimental, se ha logrado que la energía entregada por la fusión sea superior a la utilizada para desencadenarla.

La Energía de Fusión

El objetivo de toda esta investigación es reproducir la reacción de fusión nuclear a través de la cual se crea energía en el sol, en dónde los núcleos de átomos de hidrógeno se unen para formar un núcleo de helio. No es una reacción química, en la que dos átomos se combinan para dar un compuesto. Se trata de verdadera alquimia: un elemento químico (el hidrógeno) se transforma en otro (el helio). 

Lo cierto es que la cantidad de energía que se libera, en el caso del sol, es suficiente para mantener la fusión funcionando y liberar masivamente energía. Mientras haya combustible, el hidrógeno es el elemento más abundante del universo, la propia energía liberada sostiene el proceso.

Se trabaja en el tema desde 1940, primero con miras al desarrollo armamentista (que derivó en la famosa “Bomba H”) y luego por sus implicancias en la posible producción de energía. En la crónica del Washington Post se señala que aún pueden faltar décadas para alcanzar el uso comercial, pero la administración Biden está decidida a promocionar este desarrollo como el resultado de la inversión masiva por parte del gobierno a lo largo de los años.

Un investigador alinea un láser, fuente primaria de energía en estos experimentos, en instalaciones del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore. Imagen: llnl.gov
Un investigador alinea un láser, fuente primaria de energía en estos experimentos, en instalaciones del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore. Imagen: llnl.gov

Se han canalizado enormes cantidades de fondos públicos y privados a la carrera de la fusión en todo el mundo con el objetivo de fabricar, en última instancia, maquinaria de fusión que pueda brindar electricidad a las redes con una mínima huella de carbono, sin desechos radiactivos y con muchos menos recursos de los que se necesitan para aprovechar la energía solar y la energía eólica. Una panacea para el calentamiento global.

Por el momento, tanto el Departamento de Energía como el laboratorio se negaron a comentar. Un funcionario del laboratorio dijo al Washington Post que los investigadores aún están finalizando su análisis y no publicarán ningún hallazgo oficial antes del anuncio oficial que se realizará mañana.