Desde la fantasía de Julio Verne en la recordada novela “De la Tierra a la Luna” (cuyos pasajeros tuvieron un destino heroico pero funesto), la ciencia ficción ha puesto a la luna como territorio de todo tipo de historias.

Pero desde que los seres humanos pisaron efectivamente por primera vez la luna, la ciencia supera a las ficciones más audaces, haciendo progresos notables ante la perspectiva de viajar regularmente a nuestro satélite y también proyectando su habitabilidad.

De todos estos emprendimientos, el capítulo agrícola ha tenido también sus sucesos.  Entre otros podemos citar el éxito en cultivar plantas en sustrato lunar utilizando muestras recogidas durante las misiones Apolo a la Luna. Fue la primera vez que se cultivaron (y crecieron) plantas en el suelo de otro cuerpo celeste; claro, cultivadas aquí. Las plantulitas crecidas son la ilustración principal de esta nota.

Pero también en medio del vacío espacial astronautas han cultivado diferentes tipos de lechuga, rabanitos, tomates enanos y pimientos en la Estación Espacial Internacional, que terminaron devorados por sus propios jardineros en el marco de experimentos para validar la perspectiva de cultivo durante los viajes espaciales.

Y ahora, finalmente, por primera vez intentarán hacer crecer plantas en suelo lunar.

Satélite agrícola

El proyecto es impulsado por la Universidad Tecnológica de Queensland, en Australia, QUT por sus siglas en inglés. Pondrán en marcha “Lunaria One”, dirigido por la investigadora Lauren Fell, de la Escuela de Sistemas de Información de QUT, en colaboración con institutos de Melbourne y Canberra y con la organización israelí SpaceIL, cuya nave espacial Beresheet 2 transportará la cápsula vegetal de Lunaria One a la luna.
Recordemos, la Beresheet 1 tuvo un desempeño exitoso en su aproximación a la luna y llegó a orbitar, pero perdió comunicación en los instantes finales del alunizaje

Desde la izquierda: Dr. Brett Williams, Lauren Fell, Profesor Sagadevan Mundree, responsable del proyecto. Imagen: qut.edu.au
Desde la izquierda: Dr. Brett Williams, Lauren Fell, Profesor Sagadevan Mundree, responsable del proyecto. Imagen: qut.edu.au

La Dra. Fell dijo que la carga útil propuesta por Lunaria One sería la primera de una serie de experimentos para investigar si las plantas pueden sobrevivir y prosperar en la superficie lunar. Además de los especímenes vegetales, el proyecto debe prever el envío de agua cuidadosamente sellada y el mecanismo que “riegue” con esa agua a las plantas una vez en la luna.

“Las cámaras y sensores en el contenedor proporcionarán datos sobre el crecimiento y la salud de las plantas que podemos comparar con nuestros experimentos de control aquí en la Tierra y ponerlos a disposición en nuestro sitio web junto con datos de las escuelas y universidades participantes” dijo Fell en la comunicación oficial de QUT sobre el proyecto.

Agregó que el proyecto es el primer paso hacia el objetivo de cultivar plantas para alimentos, medicinas y producción de oxígeno, para futuros astronautas que vivan en la luna y más allá, al tiempo que podría brindar claves sobre nuevas formas de optimizar la producción sostenible de alimentos aquí en la Tierra.

Jardín lunar

Las plantas que enviarán al espacio han sido cuidadosamente seleccionadas, es Tripogon loliiformis, una hierba nativa australiana que sobrevive durante meses sin agua en condiciones difíciles y revive tan pronto como se humedece.

“Incluso después de perder más del 95 por ciento de su contenido relativo de agua, la hierba que parece muerta, permanece viva y los tejidos preexistentes brotan cuando se les proporciona agua”, dijo el Dr. Brett Williams, biólogo vegetal del proyecto.

La asesora científica del proyecto, la profesora asociada Caitlin Byrt de ANU, señala que la propagación de plantas era fundamental para la seguridad alimentaria. “El espacio es un campo de pruebas excepcional sobre cómo propagar plantas en los entornos más extremos”, dijo.

“Nuestro planeta se enfrenta a condiciones extremas del cambio climático que presentan desafíos sobre cómo gestionamos la seguridad alimentaria futura. Necesitamos ser creativos y pioneros en la forma en que logramos propagar plantas para prosperar”.