A través de un proyecto de ley, el gobierno alemán propone invertir US$ 55 mil millones en un paquete de medidas para aliviar el impacto de los precios de la energía, entre las cuales se incluirá un tope en las facturas para los hogares y empresas y un impuesto a las ganancias inesperadas para las firmas energéticas.

Los subsidios comenzarán a aplicarse desde marzo próximo, aunque también comprenderán de forma retroactiva a enero y febrero para cubrir el impacto del invierno europeo, según la normativa que debe ser aprobada por la cámara alta del parlamento alemán el próximo 16 de diciembre, el cual ya dio luz verde con anterioridad a un bono de compensación para los hogares para el próximo mes de diciembre.

Los precios del gas para usuarios residenciales tendrán un máximo de 12 centavos de euro por kilovatio horario hasta el 80% del consumo. Las medidas, además de los hogares, también alcanzarán a la industria que recibirá subsidios de hasta el 70% de su consumo, aunque con ciertos condicionamientos como la prohibición de pagar dividendos mientras perdure la asistencia, la que podría abarcar solo a las firmas que recibieron inyecciones de capital por parte del Estado.

Con las medidas, el gobierno alemán busca contrarrestar los altos costos de la energía que impactan a toda la región, frente a la reducción de suministros provenientes desde Rusia, país del cual toda Europa –y en especial, Alemania- era fuertemente dependiente antes de desencadenarse la guerra.

Es por ello que país recurrió a múltiples contratos para recibir gas a través de buques de Gas Natural Licuado (GNL) desde países como Qatar o Emiratos Árabes Unidos, para evitar el desabastecimiento. Según el proyecto, la mayor parte de los fondos provendrá de un fondo de 200.000 millones de euros creado para combatir la inflación, para el cual el Gobierno se encuentra contrayendo nuevas deudas.

Pero también Alemania, al igual que otros países europeos como Italia o Gran Bretaña, creará para financiarse un impuesto a las ganancias extraordinarias de las empresas energéticas, con carácter retroactivo desde el 1 de septiembre de este año y que regirá hasta, por lo menos, fines de junio de 2023.

Asimismo, se les pedirá a las empresas más grandes de garantizar que mantendrán su localización en el país, y mantener el 90% de los puestos de trabajo existentes al 1 de enero de 2023 en abril de 2025.

Fuente: Télam