La estrategia sueca de confiar en la responsabilidad personal más que en cuarentenas , fue muy criticada cuando las muertes se dispararon durante la primavera, pero también fue elogiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un modelo sustentable.

Durante el verano que acaba de terminar, la cantidad de contagios disminuyó y el país escandinavo no experimentó los abruptos incrementos vistos en otros países europeos.

Sin embargo, desde el viernes se registraron unos 1.200 casos diarios y cinco muertes, comparado con alrededor de 200 casos por día en las últimas semanas.

Anders Tegnell, el máximo epidemiólogo del Gobierno sueco, declaró que aunque el sistema de salud no se ve todavía sobrecargado, porque el número de internaciones en terapia intensiva y las muertes es muy bajo, no se puede descartar la necesidad de imponer restricciones en Estocolmo.

Suecia, con unos 10 millones de habitantes, acumula 5.870 muertes, muchas más per capita que cualquiera de sus vecinos escandinavos pero menos que países europeos que impusieron cuarentenas, como España e Italia.