El nuevo gobierno de Brasil quiere "privatizar o liquidar" cerca de un centenar de empresas estatales para aliviar la deuda pública, según informó este martes el ministro de Infraestructura brasileño, Tarcísio Gomes de Freitas.

El anuncio se dio en el marco de la segunda reunión de gabinete de ministros desde que Jair Bolsonaro asumió el gobierno del gigante latinoamericano.

"Es muy posible ponerlo en práctica si se tiene en cuenta que muchas son subsidiarias. No estamos hablando solo de privatizaciones, estamos hablando también de liquidaciones de empresas que hoy ya no tienen sentido", declaró Gomes de Freitas antes de participar de dicha reunión.

Además, afirmó que las liquidaciones "van a aliviar el presupuesto y va a ir sobrando dinero para invertir en otras prioridades", aunque no detalló qué empresas se verían afectadas.

Probablemente, estos son los primeros pasos en la ejecución del programa de gobierno de Bolsonaro, de corte ultraliberal en lo económico y conservador en lo social.

Brasil, tras años de una visión estatizante de la economía, tiene cerca de 418 compañías controladas directa o indirectamente por estados y municipios, según un estudio de la Fundación Getulio Vargas (FGV). Esto lo convierte en uno de los países con mayor cantidad de empresas estatales a nivel mundial, con gigantes como Petrobras.

Según el titular de la cartera económica de la nación limítrofe, Paulo Guedes, Brasil tiene activos que podrían privatizarse por valor de 1 billón de reales (unos 270 mil millones de dólares).

Bolsonaro, que este martes encabezó la reunión y la semana pasada anunció que concesionará cuatro puertos, doce aeropuertos y vías férreas por un valor de 1.800 millones de dólares, pidió que se adopten medidas "rápidas" para reducir el aparato estatal.

Después de la primera reunión ministerial el pasado jueves, el jefe de gabinete, Onyx Lorenzoni, afirmó que el gobierno venderá algunos de los 700 mil inmuebles que posee, y se acordó dar de baja a empleados vinculados a los gobiernos del Partido de los Trabajadores, que administraron Brasil entre 2003 y 2016.

Fuentes: ANSA, AFP.