A pedido del presidente Bolsonaro, el equipo legal de gobierno incluyó en el decreto del Indulto de Navidad el indulto a policías arrestados por la comisión de delitos en ejercicio de sus funciones. El texto definitivo quedó redactado ayer y se dará a conocer hoy, según el periódico Estado de Sao Pablo.

La redacción se basó en un borrador preparado por el Ministerio de Justicia, dirigido por el ex juez Sergio Moro, y descartó lo sugerido por el Consejo Nacional de Política Criminal y Penitenciaria (CNPCP), que no incluía el indulto a policías, aún cuando Bolsonaro lo había prometido en agosto pasado.

Este indulto extenderá el beneficio a los agentes de seguridad arrestados por muertes en intercambios de fuego o situaciones de “exceso” en defensa propia.

Esta es una innovación de Bolsonaro respecto al indulto ya otorgado en febrero, que sólo preveía el perdón  a los condenados por problemas graves de salud, como cáncer, SIDA o que hubieran adquirido discapacidades físicas después de cometer el delito.

“No es justo. Hay agentes de policía que son arrestados por abuso por que le dieron dos tiros a un vagabundo en la madrugada.  Estaban cumpliendo su misión. No podemos seguir criminalizando a policías que hacen un excelente trabajo”, fundamentó Bolsonaro.

La Constitución concede al presidente de la República la prerrogativa de conceder el perdón a personas condenadas, siempre que cumplan condiciones preestablecidas. El criterio es definido anualmente y se publica en un decreto de fin de año, de allí el nombre de “Indulto Navideño”.
La particularidad es que este indulto no puede ser dirigido a personas específicas si no, exclusivamente, a todos los condenados que, a la fecha de publicación, cumplan con los requisitos establecidos por el perdón.

“Nombres Sorprendentes”

Ya en agosto, Bolsonaro anunció que este indulto tendría “nombres sorprendentes” y que pretendía beneficiar a policías condenados por la “presión de los medios”. Citó como ejemplo a los agentes involucrados en el secuestro del ómnibus 174 en Río de Janerio y en las masacres de las cárceles de Carandiru  (Sao Pablo) y Eldorado do Carajás (Pará).

“Hay muchos policías en Brasil que fueron condenados por la presión de los medios. Ese personal a fin de año, si Dios me lo permito y si estoy vivo, será indultado”, dijo entonces.