Boy Scouts of America solicitó protección por bancarrota con la esperanza de elaborar un plan de compensación gigantesco para las víctimas en medio de miles de demandas por abuso sexual en contra de la organización.

La presentación ante el tribunal federal de quiebras en Wilmington, Delaware, puso en marcha lo que podría ser una de las quiebras más grandes y complejas jamás vistas. Decenas de abogados buscan acuerdos en nombre de varios miles de hombres que dicen haber sufrido abusos por los scoutmasters u otros líderes hace décadas, pero que ahora pueden demandar debido a los cambios recientes en las leyes de sus estados.

Al ir a la corte de quiebras, los Scouts pueden suspender esas demandas. Pero en última instancia podrían verse obligados a vender algunas de sus vastas propiedades, incluidos los campamentos y las rutas de senderismo, para recaudar dinero para un fondo de compensación que podría superar los mil millones de dólares.

"Los programas de exploración continuarán durante todo este proceso y durante muchos años", dijo Evan Roberts, portavoz de los Scouts. "Los consejos locales no se declaran en bancarrota porque son organizaciones legalmente separadas y distintas".

Los Boy Scouts son apenas una más en la lista de instituciones estadounidenses importantes que pagará un alto precio por haber convivido con el abuso sexual. Las diócesis católicas  de todo el país y las escuelas como Penn State y Michigan State han pagado cientos de millones de dólares en los últimos años. También es resonante el caso de la gimnasia deportiva.

El número de jóvenes que participan en la exploración tuvo su pico en los 70 con más de 4 millones  y ahora cayó por debajo de 2 millones. La organización ha tratado de contrarrestar el declive al admitir a niñas, pero sufrió un golpe mayor cuando La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Mormones), durante décadas uno de los principales patrocinadores de las unidades Boy Scout, cortó lazos y retiró más de 400,000 exploradores a favor de sus propios programas.

Las perspectivas financieras habían empeorado en 2019 después de que Nueva York, Arizona, Nueva Jersey y California aprobaron leyes que facilitaban a las víctimas de abusos de hace mucho tiempo presentar reclamos. Equipos de abogados en todo Estados Unidos han registrado clientes por cientos para demandar a los Boy Scouts.

La mayoría de los casos que emergen recientemente datan de los años sesenta, setenta y ochenta; la organización dice que hubo cinco víctimas de abuso conocidas en 2018.

La corte que atenderá este caso deberá resolver el destino de las propiedades y otros activos de los Boy Scouts. Además decidirá cómo el seguro de la organización ayudará a cubrir las compensaciones y si los activos de los más de 260 consejos locales de los Scouts se agregarán al fondo.

"Hay muchos hombres muy enojados y resentidos que no permitirán que los Boy Scouts se vayan sin decir cuáles son todos sus activos", dijo el abogado Paul Mones, quien representa a numerosos clientes que demandan a la BSA. "No dejarán piedra sin remover".