Brasilia, la capital brasileña, se prepara para la asunción del presidente electo Jair Bolsonaro este 1º de enero.

El exmilitar de 63 años llega al poder con una victoria en las urnas de 57 millones de votos (55 por ciento) en la contienda de octubre pasado contra el izquierdista Fernando Haddad.

Se trata del 45° presidente de Brasil, que da comienzo de un ciclo histórico que implica una ruptura con 24 años de gobiernos socialdemócratas. 

El paso de mando se llevará a cabo bajo un extremo operativo de seguridad para recibir a unas 500 mil personas.. Así, 3500 hombres de fuerzas armadas, policía federal y de Brasilia son algunas de las medidas. A esto se le suma alambres de púas rodeando ministerios y misiles antiaéreos dirigidos por láser.

Antes de finalizar su mandato, Michel Temer firmó un decreto donde autoriza a la Fuerza Aérea a derribar aeronaves que ingresen en el espacio aéreo de esa ciudad sin autorización.

Por otra parte, los periodistas no podrán cubrir toda la ceremonia de asunción sino que deberán elegir sólo un sitio de cobertura, entre el Congreso, el Palacio de Planalto (sede del Gobierno) o Itamaraty (sede de Cancillería).

Cronograma de la ceremonia

A las 13 horas (hora Argentina) Bolsonaro partirá desde la residencia de campo presidencial, Granja del Torto hacia la catedral de Brasilia. Desde ese punto, un cortejo se dirigirá hacia el Congreso Nacional dando pie, a las 14 horas, a la apertura de la ceremonia de jura.

El mandatario electo pasará revista a las tropas militares a las 15 horas y se dirigirá hacia el Palacio de Planalto donde será recibido por Temer quien le pasará la banda presidencial.

Bolsonaro brindará un discurso en el denominado “parlatorio” para, posteriormente, a las 16.30 se prevé que asuman los ministros y a las 17.30 se realizará una recepción a autoridades extranjeras en el Palacio de Itamaraty.

Jair Bolsonaro, una duda en la democracia sudamericana

Bolsonaro es "el protagonista del cambio en un régimen político. Es muy difícil saber lo que ocurrirá, pero también es demasiado generoso decir que lo que se viene mañana en Brasil es una democracia. Difícilmente habrá una continuidad del régimen democrático como lo conocemos en su forma convencional", según ponderó Darío Pignotti, corresponsal de Página 12 y la agencia de noticias ANSA en Brasil.

Respecto a la militarización de Brasilia, "la empresa brasileña de comunicaciones (que Bolsonaro consideró cerrar ya que la tendencia del canal no es de su simpatía) amaneció con dos tanquetas del Ejército en la puerta, lo que motivó preocupación en el sindicato de periodistas y una queja del gobernador del Distrito Federal, quien dijo que no era necesario apostar tanquetas para garantizar la seguridad de la empresa brasileña de comunicación y recomendó que se retiraran estas unidades del ejército". En su lugar, al mediodía, había apostados efectivos de la policía.

"Si se trata de buscar una clasificación" a Bolsonaro, sería, según Pignotti, que "no es de derecha. Es mucho más que eso, tanto como que los candidatos considerados de derecha están un tanto boquiabiertos" con las promesas del nuevo presidente, que para el corresponsal deben ser tomadas en serio.

"Hoy publicó en su Twitter que va a arrancar de la educación las desviaciones marxistas, y ya lo está cumpliendo, porque va a darle fuerza de ley a un proyecto conocido como Escuelas sin partido, de manera que Bolsonaro no es de aquellos que se embarquen en una retórica para después no cumplirla, y porque quienes lo secundan en la inminente gestión de gobierno son personas que vienen de la derecha o de la ultraderecha", adujo.

Pignotti afirmó que ejecutar las promesas de campaña de Bolsonaro "enfrentará resistencias, incluso de factores de poder establecidos, como el palacio Itamaraty (sede del Ministerio de Relaciones Exteriores en Río de Janeiro), cuyos cuadros están preocupados. Hablando de manera informal con miembros de esa cartera se percibía preocupación".

"Lo que va a ocurrir es una fractura, lo que comenzará a suceder en Brasilia a partir de mañana, para llamarlo democracia, tendrá que haber un observador por demás concesivo con lo que se viene. Ayer (por el domingo), TV Globo, la cadena de televisión y radio más importante de Brasil, que jamás se vio sospechada de progresista, hizo un reportaje sobre la vida de Bolsonaro y repasó la oficina del ahora ex diputado", recordó el periodista.

Y detalló: "A través de imágenes, se contó que tiene varias fotografías de ex presidentes, todos generales de la dictadura militar. No tiene en su despacho una sola foto de un presidente civil", advirtió Pignotti, y recordó las palabras de Bolsonaro cuando afirmó que en Brasil nunca hubo una dictadura, sino que fue un gobierno de militares convocado por civiles.

Respecto al posible desarrollo de la relación entre Argentina y Brasil con el nuevo gobierno, Pignotti afirmó que "Argentina pasará a ser un país, o secundario, o sin la centralidad que tuvo en todos los gobiernos civiles desde 1985. Bolsonaro ha dicho que ahora su prioridad son los Estados Unidos e Israel".

Cabe destacar que en la actualidad, el vecino país es el principal socio comercial argentino. "Por supuesto que las relaciones diplomáticas no se romperán, Brasil y Argentina seguirán siendo interlocutores", dijo Pignotti, pero consideró que habrá modificaciones en la intensidad del vínculo, que calificó como "umbilical" desde el fin de las dictaduras en ambos países.