El Brexit se retrasa al 31 de octubre. En una larga reunión en Bruselas, terminada de madrugada, la Unión Europea (UE) decidió evitar el caos que hubiera supuesto una salida sin acuerdo del Reino Unido este viernes, que es cuando se agotaba el plazo, y ofrecer al Reino Unido seis meses extra de plazo para llegar a un acuerdo que permita una salida ordenada.

Los 27 lo acordaron al filo de la una de la madrugada, y convocaron de nuevo a la representante británica Theresa May, ausente durante la parte central de la cumbre, para exponerle la oferta. Después de unas consultas con su equipo, la primera ministra aceptó la oferta. Además, la premier se comprometió a participar en las elecciones al Parlamento Europeo.

El peso de la presidenta de Lituania en las cumbres de la UE es muy relativo, pero Dalia Grybauskaite suele tener la virtud de sintetizar muy bien el espíritu de estas reuniones. A su llegada a Bruselas pronosticó una prórroga más larga que la que la primera ministra británica solicitó en su carta y esta es la oferta que se presentó a May. Es el segundo aplazamiento del Brexit. El que debía producirse el 29 de marzo y se retrasó en primera instancia al 12 de abril, para ahora plantear la fecha de finales de octubre.

Esta fecha está elegida para conseguir que no interfiera excesivamente en el funcionamiento de las instituciones europeas. La nueva Comisión Europea entrará en funcionamiento el 1 de noviembre, lo cual permitiría que el nuevo ejecutivo comunitario se pusiera en marcha una vez ya cerrado definitivamente el proceso del Brexit, que tanta incertidumbre está provocando en la Unión Europea. Está provocando y lo seguirá haciendo, porque estamos ante un escenario de prolongación del proceso de salida del Reino Unido. Esta es al menos la versión que destacaban fuentes francesas para justificar la aceptación de París de la fecha en cuestión cuando durante toda la reunión había sido partidario de una prórroga mucha más corta.

Fuente: La Vanguardia.