Incendios forestales sin precedentes asolaron Rusia en 2021, quemando grandes extensiones de bosque, enviando humo hasta el Polo Norte y liberando cantidades asombrosas de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Los incendios en Australia fueron portada durante varios meses mientras las quema intencional de la selva amazónica siguió siendo materia de discusión mundial.

Y aunque en 2021 se hallan dedicado las principales portadas a los incendios, aunque haya sido un año de pérdidas récord de bosques por esta causa, la implacable expansión de la agricultura impulsó la desaparición de bosques críticos en el planeta a un ritmo de 10 canchas de fútbol por minuto. Los incendios representaron solamente un tercio de las pérdidas totales.

Y debe agregarse: en muchos ecosistemas los incendios son parte de un proceso de renovación natural, los cambios de uso del suelo son siempre provocados por los seres humanos.

En todo el mundo, 2021 trajo pérdidas más devastadoras para los bosques del mundo, según una encuesta satelital de la Universidad de Maryland y Global Forest Watch . La Tierra vio desaparecer más de 250 mil kilómetros cuadrados de cubierta de árboles el año pasado, un área algo más chica que nuestra provincia de Buenos Aires o que toda Italia.

El panorama con los incendios

Rusia experimentó su "peor temporada de incendios", dijo Elizabeth Goldman, investigadora del Instituto de Recursos Mundiales (WRI), que lanzó el proyecto Global Forest Watch hace 25 años. Si bien tales incendios son una parte natural del ecosistema boreal, “los incendios rusos son particularmente preocupantes debido a la vasta área de turberas de Siberia y al derretimiento del permafrost" agregó.

Rusia encabezó la pérdida de bosques por incendios. Imagen: The Washington Post
Rusia encabezó la pérdida de bosques por incendios. Imagen: The Washington Post

Pero Rusia no estuvo sola: aunque los titulares no lo muestren, el segundo país en superficie incendiada fue Canadá y el tercero fue Estados Unidos. Cuarto recién figura Brasil y, también sorprendente, Bolivia fue el quinto país en superficie de bosques perdida por incendios.

Los retrocesos más significativos

El panorama cambia si lo que se sigue son las pérdidas de bosques por cambio de uso del suelo: es Brasil con la soja y la ganadería barriendo con el Amazonas, el líder mundial en pérdida de bosques. Le sigue la República Democrática del Congo y luego, Estados Unidos.

Se habla de Brasil, pero nunca de USA o Canadá. Gráfico: The  Washington Post artículo citado
Se habla de Brasil, pero nunca de USA o Canadá. Gráfico: The Washington Post artículo citado

Sorprende que a nivel internacional, sólo se hable de Brasil o de Indonesia (que está sexto en este ranking), cuando los Estados Unidos continúan con reemplazando bosques por superficie agrícola, lo mismo que Rusia y Canadá.
Una reciente publicación del Washington Post hace referencia por ejemplo a la situación de Bolivia sin siquiera comentar la situación de su propio país.

No todo es mala noticia

Los últimos hallazgos incluyen, aunque modestos, aspectos positivos.
Las cifras recientes representan una disminución del 2 por ciento en comparación con las pérdidas en 2020, dijeron los investigadores. Y en algunos lugares, como Indonesia y Malasia, la pérdida de bosques primarios, definidos como bosques nativos maduros que no han sido perturbados en la historia reciente, ha seguido disminuyendo en los últimos años.

El año pasado marcó el quinto año consecutivo de disminución de la pérdida de bosques en Indonesia, después de que el gobierno anunciara en 2016 una moratoria de todas las actividades que pudieran dañar los bosques primarios y los humedales llenos de turba de la nación.

Además, no todas las pérdidas representan deforestación permanente, especialmente fuera de los trópicos.
Se espera que muchas de las áreas que desaparecieron en 2021, como los bosques boreales dominados por abetos y pinos resistentes que fueron quemados por incendios forestales en Canadá, Rusia y Estados Unidos, vuelvan a crecer con el tiempo, aunque tal vez no lo suficientemente pronto como para ayudar al mundo en sus esfuerzos por extraer la mayor cantidad posible de carbono de la atmósfera.