Las calles de Santiago de Chile, y de la mayoría de las grandes ciudades del país trasandino siguen sin regresar a la calma.

En medio del clima de represión por parte de las fuerzas de seguridad nacionales, en la noche de este lunes 28 se produjo la tercera y más grave filtración de documentos de Carabineros, tras un hackeo que sufrió la institución el 22 de octubre.

Muchos de estos documentos contienen información sensible, como el armamento con que cuentan algunas unidades, “blancos de interés” para la inteligencia policial y datos sobre el resguardo de autoridades.

En este contexto, miles de chilenos marcharon nuevamente hacia el centro de Santiago para protestar contra las políticas de Sebastián Piñera y pidiendo una investigación por los casos de violación contra el derecho de los ciudadanos por parte de Carabineros.

Este martes, un integrante del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) fue herido de siete disparos por parte de los uniformados mientras concurría a la movilización.

Además, varios supermercados fueron saqueados en la capital chilena.

La situación de Piñera parece complicarse también por la decisión de los 24 sindicatos del sector minero, el motor de dicha economía,  que en un comunicado expresaron que “mientras exista violencia institucional a través de la imposición de un Estado de Excepción por motivos políticos, con Fuerzas Armadas, Carabineros y Policía civil en las calles oprimiendo y vulnerando los derechos de quienes nos manifestamos legítimamente no se podrá llegar a ningún acuerdo fructífero”.