El presidente de Chile, Sebastián Piñera, admitió esta mañana que las violentas protestas contra su gestión que mantienen al país en vilo desde hace días, hacen insostenible la organización de las cumbres del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y la 25ª Conferencia sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (COP25).

"Nuestro Gobierno, con profundo dolor, ha resuelto no realizar la cumbre de la APEC, ni tampoco la cumbre de la COP25. Sentimos y lamentamos profundamente los problemas e inconvenientes que esta decisión va a significar tanto para la APEC como para la COP25", explicó el mandatario trasandino.

"Dadas las difíciles circunstancias que ha vivido el país en las últimas semanas, la primera preocupación y prioridad es restablecer el orden público y la seguridad ciudadana, nuestras prioridades son impulsar la nueva agenda social para responder a las demandas ciudadanas y el proceso de diálogo en el país”, aseguró Piñera.

El Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico estaba previsto para el fin de semana del 16 y 17 de noviembre en la ciudad de Santiago y ya contaba con la confirmación de asistencia del presidente norteamericano Donald Trump.

Por su parte, la Conferencia sobre Cambio Climático de Naciones Unidas se esperaba para el 2 y el 13 de diciembre también en la capital chilena.

La COP25 debía servir para ultimar algunos detalles del reglamento que servirá para aplicar el Acuerdo de París contra el cambio climático.

Ante la noticia, desde la ONU expresaron mediante un comunicado que “se están explorando opciones alternativas" para la realización del encuentro.

En tanto el presidente Piñera ha subrayado que ha sido "una decisión muy difícil" debido a la importancia de ambas cumbres y ratificó el "absoluto compromiso" de su país las organizaciones que promueven esos encuentros.

Las protestas, que comenzaron el pasado 17 de octubre por el alza en el precio del boleto de subterráneos, pero rápidamente se extendieron a un gran cantidad de demandas sociales y críticas contra el sistema y el modelo económico que lleva décadas en Chile.

Hasta el momento, las protestas y la brutal represión ordenada por el gobierno a las fuerzas de seguridad han dejado un saldo de al menos 20 muertos.