China extendió este lunes los ejercicios militares con aviones y buques de guerra alrededor de Taiwán, en desafío a los llamados de Estados Unidos y Japón a terminar las mayores maniobras de su historia en torno de la isla que considera como parte de su territorio.

Los ejercicios, que se suponía debían terminar el domingo, han perturbado severamente el tráfico aéreo y marítimo y aumentado el riesgo de un conflicto armado en una región crucial para el comercio global.

La crisis comenzó la semana pasada a raíz de la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, que China consideró una provocación y a la que respondió con el anuncio de cuatro días de ejercicios militares desde el jueves pasado.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien no apoyó y hasta en cierto modo objetó la visita de Pelosi, expresó su preocupación por la situación, pero dijo que no esperaba una escalada.

"No estoy preocupado, pero me inquieta que estén haciendo tanto alboroto. Pero no creo que vayan a hacer nada más de lo que están haciendo", declaró Biden a periodistas en su estado natal de Delaware, donde pasó el día de ayer.

En China, la Comandancia Este del Ejército dijo en un comunicado que sus fuerzas continuaron "ejecutando ejercicios conjuntos prácticos y entrenamiento en el mar y espacio aéreo alrededor de Taiwán, enfocándose en organizar operaciones conjuntas submarinas y de ataques marítimos".

Los ejercicios debían terminar en principio el domingo al mediodía, según la administración de seguridad marítima china.

China estima que Taiwán, una isla de 23 millones de habitantes, es una provincia que no logró reunificar con el resto de su territorio tras el final de la guerra civil china (1949).

A su vez, el Gobierno de Taiwán recriminó a China la prolongación de sus ejercicios militares.

"La provocación y agresión de China ha dañado el status quo del Estrecho de Taiwán y ha aumentado las tensiones en la zona", dijo la Cancillería de Taiwán en un comunicado, informó la agencia de noticias AFP.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, denunció el fin de semana la "total desproporción" de la reacción china y emitió una declaración conjunta con sus homólogos japonés y australiano en la que pedía a China que pusiera fin a las maniobras militares.

En respuesta a la visita de Pelosi, la segunda en la línea de sucesión presidencial estadounidense, China suspendió su cooperación con Estados Unidos en varios ámbitos clave, incluyendo la lucha contra el cambio climático y cuestiones de defensa.

Un portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, no confirmó de manera formal la organización de nuevos ejercicios, pero subrayó que la reacción de su país era "legítima, racional y legal".

"Se trata de una advertencia a quienes provocan problemas así como a los partidarios de la independencia de Taiwán", subrayó Wang en un contacto habitual con la prensa.

"Instamos a Estados Unidos a hacer un examen de conciencia y rectificar su error cuanto antes (...) así como a dejar de jugar la carta de Taiwán para obstaculizar (el desarrollo de) China", agregó.