Tras meses de protestas en Francia, el presidente Emmanuel Macron impuso la modificación del esquema de pensiones a través de un decreto apelando al uso del artículo 49.3 de la Constitución de Francia, que permite aprobar una iniciativa sin la necesidad del voto legislativo.

Los diputados opositores cuentan con una herramienta para impedir la aplicación de la reforma: la aprobación de una moción de censura contra el gobierno. Diputados independientes de LIOT acompañarían la moción de censura, otros espacios que no votaron a favor de la medida -como la agrupación Los Republicanos- se muestran reticentes a esta alternativa.

Según sondeos oficiales, dos de cada tres franceses rechazan la modificación del sistema jubilatorio.

Los principales cambios

Edad legal de jubilación: se elevará progresivamente de 62 a 64 años a razón de tres meses por año a partir del 1 de septiembre de este año hasta 2030.

Pensión completa (sin descuento): el período de cotización exigido pasará de 42 a 43 años de aquí a 2027, a razón de un trimestre por año.

Bonificación para algunas madres: Para compensar el efecto negativo sobre ellas del retraso de la edad de jubilación, las mujeres que hayan cotizado 43 años antes de cumplir 64 y que además acumulen trimestres a cuenta de su maternidad, de haber adoptado o de haber dedicado ese tiempo a la educación de sus hijos, tendrán una bonificación de hasta el 5% en su pensión.

Supresión de regímenes especiales: Se prevé la extinción de la mayor parte de los regímenes especiales, en particular en el sector de la energía, en la entidad del transporte metropolitano de París RATP o en el Banco de Francia, aunque se mantendrán los privilegios para los empleados actuales.

Justificación de la reforma

Para el Gobierno francés la justificación de la reforma es garantizar el equilibrio financiero en 2030, ante el potencial déficit en los próximos años por el envejecimiento de la población, que supone un mayor número de jubilados y jubiladas y menos aportantes.

A través de la modificación aprobada se busca retrasar dos años el tiempo de jubilación mediante un aumento gradual de tres meses por año a partir de septiembre hasta el 2030. 

En el año 2027 los años de aporte deberán ser 43 en lugar de 42 para tener una pensión plena. De ese modo, el haber pasaría a un monto de 1.200 euros mensuales para los nuevas personas jubiladas.